Tranquilidad es la palabra que más repite. Él transmite algo similar: serenidad. Da la sensación de ser una persona tan apacible como meticulosa y obsesiva con el fútbol. Guillermo Pigueiras es el entrenador del Victoria, que mañana debuta en Copa del Rey en una eliminatoria a partido único contra el Hernani vasco en un partido que se disputará (19.30 horas) en A Grela.

A menos de 48 horas para el partido, ¿nota el cosquilleo?
Sí, pero lo noto en cualquier partido e incluso en cualquier entrenamiento desde la tranquilidad. Es la forma de mostrar a mis jugadores cómo deben afrontar cada partido. Escogerás la mejor opción cuanto más tranquilo estés, pero eso no quita que los futbolistas tengan que atreverse a hacer cosas y ser valientes. La presión que le mete el cuerpo técnico a los jugadores no existe. Solo les pedimos que salgan al campo a disfrutar y a competir.

Es casi imposible imaginar que los futbolistas no llevan tiempo pensando en el partido de Copa.
Todos los estamentos del club están muy ilusionados con este partido, pero la semana pasada prohibí hablar del Hernani porque teníamos un partido muy importante en Betanzos. De ganarlo nos situaríamos a un punto pero, de perderlo, nos quedaríamos a siete, una distancia muy difícil de recuperar. El pan de cada día es la liga y queremos estar cerca de los equipos de cabeza.

“Todos los estamentos del club están ilusionados”. ¿En qué lo nota?
Hay directivos que llevan 30 años en el club. Hay jugadores que están aquí desde que son prebenjamines. Los padres te ven y lo primero que te preguntan es por el partido de Copa. Yo soy un privilegiado por estar viviendo en este momento esta situación pero hay muchos, muchos entrenadores que pasaron por la cantera del Victoria y que trabajaron mucho más que yo para que llegara este día.

Prohibió hablar del Hernani pero contra el Betanzos dejó a futbolistas importantes en el banquillo.
Solicitamos cambiar el partido contra el Betanzos para el sábado porque tendríamos un día más de recuperación, pero no pudo ser. Futbolistas que no estaban jugando mucho hicieron un muy buen partido el domingo. Es un mensaje para la gente que juega habitualmente; no pueden bajar el nivel porque los que menos minutos llevan están apretando.

¿Reservó a futbolistas pensando en el partido de Copa?
Sobre todo a los jugadores de arriba para que pudiesen llegar más frescos, pero hubo futbolistas que dieron un paso adelante y que demostraron estar preparados para poder jugar el partido de Copa.

El Victoria ganó por 1-3 al único equipo del grupo que no había perdido y que llevaba solo cuatro goles en contra. ¿Le hace plantearse decisiones con las no contaba para el duelo ante el Hernani?
Cada partido que pasa, el equipo hace más cosas buenas y menos cosas malas y eso es lo que da equilibrio y estabilidad. Tenemos muy clara la idea de juego que queremos plasmar contra el Hernani y solo nos queda poner nombres. Tener definido quiénes van a jugar sería una falta de respeto hacia los chavales, que son los más importantes.

¿Entiende la eliminatoria como un premio o como una final?
Las finales son cuando se acaba todo y aquí no se va acabar nada. El partido debe ser una fiesta para el club y para la afición. Es un mensaje para los chavales que están en el club, que vean que ellos también lo pueden conseguir en un futuro. Todo esto debe servirnos para que los jugadores salgan al campo a disfrutar y a ser valientes.

¿Es inevitable que noten la presión?

La presión se tiene cuando hay un problema de salud o un problema familiar. Esto no es presión. Los jugadores tienen que intentar estar sueltos y tratar de hacerlo lo mejor posible. Si se dan esas circunstancias seguro que competiremos y que podremos pasar la eliminatoria. Clasificarnos debe ser la consecuencia de todo lo anterior y no el único fin.

“Cada partido que pasa, el equipo hace más cosas buenas y menos cosas malas y eso es lo que da equilibrio y estabilidad”

Si juega contra cualquier equipo de la Preferente gallega puede intuir el nivel del rival. El del Hernani parece imposible de calibrar.
Nunca había usado el Traductor de Google en euskera hasta estas últimas semanas y creo que ya he aprendido un poco (ríe). Llevo quince días leyendo la prensa del País Vasco y hablando con entrenadores de allí para tener los máximos datos posibles, pero lo que nos va a indicar el nivel del rival va a ser el primer cuarto de hora de partido. Será de tanteo, de medirnos. Viéndolos ‘in situ’ detectaremos sus puntos fuertes y sus puntos débiles, por lo que debemos ser sólidos, no cometer errores y, a partir de ahí, tratar de hacerles daño.

¿Cómo se consigue información de un equipo de la Preferente vasca?
He recurrido a amigos y he llamado a los entrenadores de los últimos rivales del Hernani para que me hiciesen informes pero es muy complicado.

¿Piensa en un planteamiento más conservador del habitual teniendo en cuenta el desconocimiento del rival y que es una eliminatoria a partido único?
El Hernani es un equipo de contraataque y de presión tras pérdida. En los primeros minutos debemos evitar que transiten jugando en zonas o hacia zonas en las que les sea más difícil contraatacar y, a partir de ahí, dependiendo de su equilibrio o lo de estirados que estén, empezar a explotar lo que llevamos intentando en los últimos partidos: tener el balón y hacer daño con él.

¿Espera nervios por parte de sus jugadores?

Al principio va a haber nervios y, cuando nos estemos midiendo con el rival, no debemos darles ventaja. En una liga se recupera la ventaja pero, en una eliminatoria de este tipo, el equipo que se pone por delante tiene mucho ganado porque es más fácil defender que atacar. Hasta que se suelten las piernas y nos adaptemos al ambiente del partido tenemos que minimizar riesgos y leer lo que nos va a ir exigiendo el partido.

“Hasta que se suelten las piernas y nos adaptemos al ambiente, tenemos que minimizar riesgos y leer lo que nos va a ir exigiendo el partido”

El Victoria tiene el factor campo a favor, pero no ha jugado ningún partido en toda la temporada en A Grela.
La mayoría de nuestros futbolistas han jugado en A Grela muchísimos partidos. La ventaja de jugar como local es tener el apoyo de nuestra afición, pero eso no quiere decir que tengamos más posibilidades de clasificarnos o que tengamos que arriesgar más que el rival. El Hernani va a venir un día antes y cuando un equipo se sube al bus ya está pensando en el partido. Cuando un equipo está concentrado en un hotel y va a cenar o a desayunar sigue pensando en el partido. Nosotros tenemos jugadores que saldrán de trabajar a las cinco de la tarde. El factor campo tiene alguna parte negativa, pero muchas más positivas. En el momento en el que un jugador falle, tiene que notarse que jugamos en casa. La afición tiene que ayudarnos en momentos difíciles.

¿Qué tiene pensado hacer el miércoles (mañana) hasta la hora del partido?
Después de levantarme iré a leer la prensa y quedaré con mis amigos e intentaré que hablemos de todo menos de fútbol. Bajaré al club, algo que hago casi todos los días y que me da tranquilidad. Repasaré todo con Cotrofe y veré el calentamiento con Javi. Trataré de que todo sea lo más normal posible. La charla ‘prepartido’ será en el club a las 17.00 horas y después iremos todos juntos para A Grela.

¿Cree en las técnicas de motivación para una eliminatoria como esta?
El partido nos puede llevar a conseguir algo muy bonito pero será a base de tranquilidad. No podemos hacer la típica imagen de ‘Braveheart’. Hay un trabajo que se lleva haciendo desde agosto y hay que darle continuidad y tranquilidad.

En el Deportivo-Pogon de Youth League en Riazor, a un futbolista blanquiazul le pudo la situación en la primera parte y tuvo que ser sustituido. ¿Esconderá el once o lo dará con antelación para evitar el nerviosismo de algún jugador?

La charla de plan de partido será a las cinco de la tarde. Será cuando sepan el once. Jugar ante casi 10.000 espectadores es complicado para un juvenil y más en una situación en la que se buscaba una remontada épica. Nosotros partimos de un 0-0 con las mismas opciones que el rival y el equipo debe estar tranquilo. Tenemos tres lesionados y a Jorge (el capitán), en Irlanda, que no van a poder jugar. Los convocados son unos privilegiados por poder jugar un partido de estas características. ¿Cuánto darían por poder jugarlo los que no están disponibles? No vamos a inventar nada el miércoles y no tienen que ponerse nerviosos.

¿Cuánto darían por poder jugar el partido los que no están disponibles? Los convocados son unos privilegiados, no vamos a inventar nada ese día y no tienen que ponerse nerviosos”

En cambio, en lo que va de liga sí ha hecho modificaciones tanto de estructura como de modelo con su equipo.
Este equipo venía de varias temporadas jugando a lo mismo y muy bien. Mi idea no es llegar a un sitio y cambiarlo todo para meter todo en lo que yo creo porque eso sería ponerme por encima de los futbolistas. En la pretemporada lo grabamos todo y no enconsertarnos a los jugadores en un sistema. Queríamos ver a qué tendían individualmente y, a partir de ahí, tomamos la decisión de ir por un camino. A principio de temporada éramos un equipo que se parecía mucho al del año pasado y jugábamos mucho en función del rival porque no éramos capaces de ser dominadores. A medida que pasaban las jornadas añadimos ideas para que el equipo se pareciese cada vez más a lo que nosotros queríamos ver y cada semana aportamos más matices pero siempre teniendo claro que los jugadores están por encima de nuestro pensamiento.

Tiene una plantilla con una media de edad muy baja. ¿Cuál es la parte positiva de contar con tanta juventud en una eliminatoria de Copa a partido único?
No me fijo en la edad. Los entrenadores tenemos que intentar que los jugadores jóvenes sepan leer este tipo de partidos. La veteranía es algo que se nota, pero el Victoria es un club de base. Vendemos eso y si alguien va a un partido y ve que todos los jugadores de un equipo tienen más de 24 años, ese no es el Victoria. Es el reflejo de lo que es el club. Este tipo de partidos son un escaparate y debemos aprovecharlos para mostrar lo que es realmente el club. Es nuestro proyecto y tenemos que ser fieles a él.

Guillermo Pigueiras ha llegado a un Victoria que, prácticamente, ya ha tocado techo: ascenso a Preferente y clasificación para la Copa del Rey.

Es muy difícil mantener lo que se ha hecho hasta ahora. Admiro, he seguido y sigo el trabajo de Diego, pero llevo años en el fútbol haciéndome a mí mismo como entrenador y sé lo que quiero que haga mi equipo. Bendita presión esta de poder entrenar a un equipo de Preferente y no la presión por no tener equipo. Ojalá dure muchos años. Es una oportunidad en la que debo mostrar a los chavales cómo soy yo. Como decía siempre mi padre: que me llamen listo tonto pero que no me llamen vago. Me considero una persona trabajadora que intenta que sus futbolistas sepan qué deben hacer en cada momento.

“Llevo años en el fútbol haciéndome a mí mismo como entrenador y sé lo que quiero que haga mi equipo”

¿Está muy lejos el Victoria a nivel de juego de lo que tiene su entrenador en mente?
Me gustaría que mi equipo tuviese el balón 85 minutos, pero sabemos que estamos muy lejos de poder conseguir eso. En cambio, ya hacemos cosas que no hacíamos a principio de temporada. Somos capaces de tener el balón 25 o 30 minutos, de dominar al rival y eso hay que llevarlo a más tiempo. El equipo dio pasos hacia delante, aún nos falta muchísimo pero la juventud permite tener margen de mejora. A los jugadores de 28-30 años prácticamente no se les puede modificar, pero los jóvenes se amoldan rápido a las exigencias.

Quizá la palabra dominar sea más interesante que el hecho de tener el balón muchos minutos.
Dentro de cada partido hay muchos partidos. Tenemos que intentar controlarlos todos y que el partido que nos conviene a nosotros se juegue el mayor tiempo posible. Ha habido partidos en los que hemos tenido el control sin tener la pelota, pero a mí siempre me gustó que mis equipos tengan el balón, que sean valientes y generen. Eso es lo que le gusta a Guillermo Pigueiras aficionado o persona, pero Guillermo Pigueiras entrenador tiene que hacer que su equipo gane.

Que gane pero, ¿sin apostar por la idea de juego que le atrae?
Tenemos que controlar los partidos para intentar ganarlos pero estamos intentando que la propuesta se adapte cada vez más a lo que queremos. Contra el Foz tuvimos 35 minutos enormes. Contra el Santaballés empezamos muy bien. Contra el As Pontes acabamos la última media hora en su área dominando, teniendo balón, atacando por fuera...

La idea principal de Guillermo es que su equipo gane pero, ¿cuál es el objetivo real del Victoria esta temporada?

Lo que nos pedían antes de empezar la liga, teniendo en cuenta que se fueron varios jugadores, era no descender. Soy un entrenador ambicioso. Debemos afrontar cada partido con la intención de ganarlo y no regalar ningún minuto de entrenamiento. Si aprovechamos bien cada sesión teniendo en cuenta la juventud de la plantilla y conseguimos desarrollar un entorno que mejore a los jugadores, este equipo tiene margen para evolucionar y acercarse a los rivales que están hechos, por presupuesto y por futbolistas, para liderar la clasificación.

“Este equipo tiene margen para evolucionar y acercarse a los rivales que están hechos, por presupuesto y por futbolistas, para liderar la clasificación”

Un jugador de Preferente, que no es profesional, ¿agradece que su entrenador le dé mucha información o le satura?
Hay que dársela poco a poco y no de la misma manera a todos los futbolistas. Hay jugadores que incluso son ellos los que piden la información. Hay otros que para poder llegar a ellos hay que parar un partido condicionado para explicarles qué situaciones se van a dar. Algunos son capaces de tener concentración durante cinco minutos y a otros hay que darles información de 30 segundos como máximo pero varias veces. Por eso al principio tratamos de conocer a la persona que hay detrás de cada jugador. Para saber cómo llegar a ellos. Lo que tenemos que hacer los entrenadores es transmitir. Es algo vital.

Llama la atención que haya jugadores que le pidan más información.
El gran trabajo que ha hecho el club durante años ha provocado que la gran mayoría de los jugadores de la plantilla tengan una educación deportiva por encima de la media. Son futbolistas a los que les explicas las cosas y las entienden a la primera, no dan problemas e incluso los que no juegan habitualmente están contentos.

Dentro de un grupo que no da problemas ha integrado, ya empezada la liga, a un rebelde como Sergito.

Detrás de cada jugador hay una persona. Sergito necesita que lo entendamos y que le ayudemos. Se le puede empujar o tirar de él, pero lo que no se puede hacer con Sergito es echarle un pulso. No vamos a cambiarlo en dos días. Debemos intentar que crea en el cuerpo técnico y que cuando tenga un problema nos lo cuente porque estamos para ayudarle. Cuando haga algo mal también debe saber que tomamos decisiones por su bien. Debo ser amigo de los jugadores para poder ayudarles en ciertas cosas.

“Sergito necesita que lo entendamos y que le ayudemos. Se le puede empujar o tirar de él, pero lo que no se puede hacer con Sergito es echarle un pulso. No vamos a cambiarlo en dos días”

Es una línea peligrosa la de la amistad entre el entrenador y el jugador.
Es difícil mantener la distancia porque la línea es fina pero tenemos que intentar que los jugadores estén lo más próximos posible. Cuando un futbolista se acerque demasiado o traspase la línea hay que explicárselo; debe entender el porqué de las cosas. La parte positiva es que, de esta forma, podemos darnos cuenta de los problemas personales de los jugadores y así tratar de ayudarles.

¿No entiende entonces a los entrenadores que marcan distancias con sus futbolistas?
El futbolista debe ver cercano al entrenador. Cuando mandas el mensaje por otra persona, pierde la esencia. No me veo como el entrenador que solo está pensando en ganar el domingo, yo tengo que ayudar a mis jugadores para que disfruten del fútbol. Si la persona que hay detrás de cada futbolista está bien, va a disfrutar más y disfrutaremos todos.

¿Tiene el Victoria dependencia de Raña?
Tenemos al mejor jugador de la categoría. Es un futbolista que tiene un techo que él mismo debería descubrir. Decir que no tenemos dependencia de él sería engañarme. Cuando tiene el balón, la sensación es de que va a pasar algo. Tenemos que explotar eso. Esta temporada ha jugado en punta y en banda, se adapta a muchos contextos pero verlo jugar con metros es impresionante.

¿Es contraproducente que los compañeros traten de buscarlo demasiado?
Al principio, el equipo pensaba que defendiendo bien y dejando la portería a cero aparecería Raña para resolver y ganar el partido. Debemos quitarle esa presión a Raña. Llevamos cuatro partidos consecutivos sumando y Raña no ha marcado en ninguno de ellos. El trabajo que hace para que marque un compañero es brutal. Soy un privilegiado por poder entrenar a todos los jugadores, pero a un futbolista como Raña...

¿Tiene alguna prolongación en el campo?

Yo venía de entrenar a un Juvenil B y a otros equipos de fútbol base y Jorge Rodríguez (el capitán) me ayudó mucho antes de irse. Me gusta hablar con los jugadores más críticos porque no quiero que me digan lo que quiero oír. A veces hemos cambiado cosas porque nos dimos cuenta de que tenía razón el futbolista. No considero que el entrenador deba estar por encima del jugador. Tenemos que estar a la misma altura, incluso por debajo. Los protagonistas son ellos. Guillermo no va a marcar goles contra el Hernani.

“No considero que el entrenador deba estar por encima del jugador. Tenemos que estar a la misma altura, incluso por debajo. Guillermo no va a marcar contra el Hernani”

¿Qué importancia tiene el rival para Guillermo Pigueiras?
Los entrenadores debemos tratar de controlar todo lo que esté en nuestras manos. Se pueden dar 100 tipos de partido y nosotros debemos tener en la cabeza cómo jugar cada uno de ellos para, si se da el caso, no tener que improvisar. Teniendo las cosas preparadas, suelen salir mejor.

Ha impulsado una idea en la que los equipos de Preferente comparten los vídeos de sus partidos.
Si lo podemos hacer nosotros y ahorrar dinero es bueno para todos. Solo hace falta un poco de organización y un pequeño empujón. Hablé mucho de eso con Chofri, el entrenador de O Pino, porque nos ayuda a mejorar. Poder analizar a un rival también es formación. Como nos conocemos, tenemos que trabajar más y esto nos hace mejores a todos.

¿Le ayuda más el vídeo o ver al rival en directo?
Con el vídeo puedes explicar cosas al jugador con imágenes. Si ves un partido en directo, tienes que contárselo. Un vídeo bien montado y bien puesto le entra por los ojos al futbolista. ‘In situ’ se ven otras cosas que no se aprecian en el vídeo: mensajes que se envían, si hay o no tensión, si hay nervios, cómo hace las vigilancias un equipo...

¿Cuántas horas le dedica al fútbol cada día?
Si lo digo, probablemente se enfade mi pareja. Son muchas. Esta cabeza solo piensa en fútbol y, en cierta modo, es malo.

¿No tiene ningún día para desconectar?
No. Si quieres hacerlo todo no da tiempo a desconectar y a mí no me gusta improvisar. Cotrofe, Javi y yo quedamos siempre para hacer el plan semanal y el plan de partido e incluso les paso vídeo por si ven cosas que yo no veo. Javi es un chico joven con unas ganas inmensas que nos las contagia a todos y Cotrofe lee muy bien el fútbol y me ayuda muchísimo.