Miguel Ángel Lotina (Meñaka, 18 de junio de 1957) es uno de los principales iconos de aquel desaparecido CD Logroñés. El que fuera entrenador del Deportivo entre 2007 y 2011 cuajó sus mejores años como futbolista en la escuadra riojana. Llegó a Logroño en Segunda B, vivió los ascensos a Segunda y Primera y llegó a ser capitán. De hecho, el vizcaíno puede presumir de ser el tercer futbolista con más partidos oficiales con la camiseta blanquirroja (262) y el máximo goleador con 102 tantos. Nadie mejor que el vasco, por tanto, para hablar del regreso de la escuadra coruñesa a Las Gaunas 24 años después. Un estadio que el 27 de febrero de 1980 vio llorar de emoción a su padre cuando toda la grada acabó cantando “Loti, Loti” por su doblete frente al Real Madrid.
Sigues entrenando en Japón. ¿Se ha recuperado la normalidad por el Covid-19?
Prácticamente. La vacuna empezó más tarde que en España, pero ya está vacunada el 70% de la población y han bajado mucho los casos totales. En algunas prefecturas, que aquí son un poco el equivalente a las regiones, hemos estado en semiconfinamiento; no cerrados del todo, porque aquí no se cierra, pero hasta hace un mes y medio, Tokio, Yokohama... donde más casos había, han estado semicerradas. Ahora estamos en una situación más normal, a pesar de que se sigue haciendo lo de llevar mascarilla, lavarse las manos, tomar la temperatura al entrar en los locales...
La pasada campaña dirigiste al Cerezo Osaka y ahora entrenas al Shimizu S-Pulse. ¿Qué tal en tu nueva aventura?
Con el Cerezo nos clasificamos para la Champions de la Confederación Asiática, pero hubo un cambio de director técnico en el club y aquí cada director técnico tiene sus representantes y sus técnicos, así que no nos renovaron. Apareció el Shimizu, que es un club de la zona baja, pero es una empresa seria, y acepté. Aquí estamos peleando para mantenernos.
El Depor visita Las Gaunas el domingo, donde te convertiste en un ídolo.
Cuando llegué al Logroñés, el equipo estaba en Segunda B, categoría que se había creado la temporada anterior. Y cuando me retiré, estaba en Primera, así que fui de los pocos jugadores del Logroñés que ascendimos desde el tercer escalón hasta la élite. Otro de esos pocos era Noly, que luego jugó en el Celta.
El Depor no ha desaparecido como el Logroñés porque hay una empresa fuerte detrás
Era un equipo que caía simpático a las aficiones rivales.
Se hizo famosa la frase de “gol en Las Gaunas”. En Logroño siempre ha habido buena afición, luego se subió a Primera y además de la gente de Logroño, venían de los pueblos grandes de alrededor como Haro, Calahorra... Como en aquel momento era un equipo con menos historia, al ascender y tener unos años buenos en Primera, siempre ha caído bien. Además, Logroño es una ciudad que a la gente le gusta visitar por el vino y la comida, así que siempre venían muchísimas personas de A Coruña, Gijón, Oviedo... no solo de Bilbao o Zaragoza, que estaban cerca.
Jugaste ocho temporadas allí en dos etapas distintas y tu última campaña fue la 1987-88, el debut del equipo riojano en Primera. Pero no disputaste ni un solo minuto aquella liga. ¿Te quedaste con la espina de haber jugado en la máxima categoría con el Logroñés?
Sí, pero había jugadores que eran mejores que yo. Como nos salvamos en la última jornada, el entrenador no me dio minutos. Si lo hubiésemos conseguido antes, podía haber jugado algo. Me fastidió un poco, pero lo importante es que el equipo se mantuvo en Primera. Cuando tú eres jugador, no lo entiendes, pero luego me di cuenta de que los que jugaban eran mejores que yo, no tengo ninguna duda.
Pese a todo, eres el máximo goleador de la historia del CD Logroñés con 102 tantos.
Yo tenía la virtud de que era goleador. No aportaba muchas cosas, pero cuando la portería estaba cerca, era listo y marcaba muchos goles, pero mi tope como futbolista estaba en Segunda División. Siempre digo que fui muy buen jugador de Segunda B, decente de Segunda A y malo de Primera. Me faltaba velocidad para ser un jugador bueno de Primera. Era muy coordinado y muy listo, pero las cualidades físicas no me acompañaban.
Te ganaste a la afición.
Allí fui muy querido. En esa época era el jugador más conocido, terminé siendo capitán y fueron los mejores años de mi vida porque jugaba al fútbol, que me gusta, y, como era joven, no tenía responsabilidades.
¿Recuerdas algún gol en Las Gaunas con especial cariño?
Le hice dos al Real Madrid en la Copa del Rey en febrero de 1980. Nosotros estábamos en Segunda B y en octavos de final de la Copa nos enfrentamos al Madrid de Vujadin Boskov, que esa temporada ganó el doblete. Miguel Ángel era el portero y ese día nos enfrentamos a Stielike, Camacho, Cunningham, Roberto Martínez o Juanito. La ida fue en Las Gaunas y comenzamos perdiendo 0-1, pero con dos goles míos nos adelantamos 2-1, aunque al final perdimos 2-3. Es el día que más me gusta recordar porque mi padre, que no iba nunca al fútbol porque tenía que trabajar en el caserío y no era futbolero, vino a Las Gaunas, con las gradas abarrotadas, y todo el público acabó cantando “Loti, Loti” y él se puso a llorar. Fue un recuerdo que le quedó para siempre.
Yo era un goleador, pero me faltaba velocidad para ser bueno en Primera
También le marcaste al Depor en Riazor en el primero de los seis partidos que protagonizaste con el cuadro coruñés como jugador del Logroñés. Los dos primeros duelos fueron en Segunda B y los otros cuatro, en Segunda.
Sí, perdimos 2-1. Me acuerdo de ese gol, tras un centro de Pita. Luego, quedando cuatro minutos, se me escapó el empate en una ocasión clara.
Por allí pasaron futbolistas de la talla de Lopetegui, Salenko, Polster, Rubén Sosa, Quique Setién... menuda época.
Sí, y Sarabia, Ruggeri... Hubo jugadores de nivel. El fútbol tiene épocas diferentes y en aquella los jugadores quedaban libres. Polster vino libre, sin pagar traspaso; Sarabia y Setién también. Tenían 30 o 31 años, no eran mayores, pero quedaban libres y Marcos Eguizábal lo aprovechó para hacer un buen equipo. También vinieron varios futbolistas del Real Madrid y otros que llegaban cedidos del Castilla. Fueron varios años con muy buenos jugadores.
¿Qué futbolista de aquella época te impresionó más?
Seguramente, Setién y Sarabia. Polster también era un jugador determinante, pero el año que hicieron Setién y Sarabia fue espectacular. Teníamos una calidad tremenda.
Colgaste las botas, dirigiste al Logroñés B y llegaste a entrenar al primer equipo en la campaña 1996-97 (la última del club en Primera), pero solo aguantaste diez partidos.
Con el Logroñés B, el primer año ascendimos y estuvimos dos temporadas en Segunda B. Recuerdo que concidí con el grupo gallego y nos tocaba viajar toda la noche en el autobús, jugar el partido y volver otra vez por carretera. Nos mantuvimos en la categoría y fueron años bonitos. Luego, cuando Marcos Eguizábal vendió el club, entró otra gente en la directiva, yo acababa de llegar del Numancia y esa gente no tenía relación conmigo y quería un entrenador con más nombre. Ni siquiera estábamos en descenso, pero querían cambiar de técnico y me cogió en medio. Cosas del fútbol.
Precisamente esa temporada fue la última vez que el Depor visitó Las Gaunas. Fue el 20 de abril de 1997 y los blanquiazules ganaron 1-2, con dos goles de Rivaldo.
Aunque ya me habían echado, lo recuerdo perfectamente porque seguía en Logroño, había un montón de aficionados, vino un amigo, estábamos cenando y me dijo “he coincidido con Lendoiro, qué majo”.
Los blanquiazules vuelven a Logroño 24 años después, pero en el tercer escalón.
Dentro de lo malo que le ha pasado al Depor, que es descender a Segunda B o la Primera RFEF, con todo el palo que supone, ha tenido la suerte de que hay una empresa fuerte detrás y a pesar de las deudas que tiene, no ha desaparecido y sigue siendo el Depor, mantiene su historia y la gente tiene recuerdos porque ha ganado títulos, ha estado en Europa... y eso es bonito. El Logroñés no tuvo ese apoyo, desapareció y la afición se ha tenido que hacer de otros dos equipos de la ciudad, que ninguno de ellos es el antiguo. La UD Logroñés está haciendo un buen trabajo, tiene un empresario serio. La mala suerte es que cuando logró subir a Segunda, la gente no pudo ir a Las Gaunas por el Covid y Logroño, como A Coruña, también es una ciudad donde la afición responde. Estoy seguro de que si hubiera podido entrar gente a Las Gaunas cuando la UD estuvo en Segunda, habrían ido unos 10.000 espectadores.
La tercera liga española es la mejor de Europa a ese nivel
¿Sigues la Primera RFEF?
Aquí en directo solo puedo ver la Primera División, pero sí veo los resúmenes de los partidos de la Primera RFEF. Además, uno de mis hijos es socio de la UD y me informa de todo. El año que ascendieron, cuando viajé a Logroño en Navidades, estuve viendo dos partidos en Las Gaunas.
Depor y UD Logroñés llegan empatados en el liderato junto a Racing y Unionistas.
Creo que con esta reestructuración de la liga ha subido el nivel y hay equipos muy interesantes porque en este grupo está el Depor, el Logroñés, el Racing, el Racing de Ferrol, el Badajoz... Igual que en la Primera División hemos perdido potencial con respecto a la Premier League e incluso me atrevería a decir con la Bundesliga, a esos niveles, es decir, hablando de la tercera competición, creo que el fútbol español es el más fuerte de Europa porque hay futbolistas de mucha calidad y el nivel de los entrenadores ha subido. Hoy en día es un fútbol atractivo, que no tiene nada que ver con el de antes en estas categorías, y es una liga muy interesante.
Parece que esta temporada, el club coruñés ha construido una plantilla más pensada para la categoría. ¿Te gusta?
Sí, y tiene su mérito porque tampoco es fácil. De todos los equipos, creo que el Depor es el máximo favorito, incluso por encima del Logroñés, que también está arriba y viene de jugar en Segunda. Dentro de las dificultades, por lo que veo y me dice mi hijo, que ha jugado al fútbol y sabe analizar, el Depor es el máximo favorito. Ayer mismo estuvimos hablando del partido porque él va a ir a verlo y me dijo que el Depor está fuerte.
Entrenaste al Depor, pero tu época más importante como jugador la viviste en Logroño. ¿Cómo te sientes ante este partido?
Yo siempre digo que ya no soy de ningún equipo, sino que soy de todos en los que he estado porque en todos he dado lo máximo que he podido y me he llevado lo mejor. De pequeño era del Athletic, pero eso se fue diluyendo con el tiempo. En la UD no he estado nunca, mientras que en el Depor estuve cuatro años y ahora le deseo lo mejor.
A pesar de que tu foto de WhatsApp es una imagen tuya de cuando eras jugador del CD Logroñés.
Sí, un equipo que ya no existe (se ríe). La foto está bien, la puse y a mucha gente le gustó porque no se acordaban de cuando yo jugaba. Soy yo celebrando un gol, es una foto bonita y me gusta.
¿Recuerdas qué gol celebrabas?
Creo que es el que le marqué al Tenerife en el 3-1 que le metimos en Las Gaunas en la temporada 1980-81, que yo hice el 1-0. Es un rival que se me daba bien en casa y le marcaba casi siempre.