El delantero del Leganés Borja Garcés ha sido el gran protagonista este sábado tras la derrota del conjunto pepinero (1-2) frente al Tenerife sin haber llegado a jugar un solo minuto después de haberse marchado a una boda en Melilla, su tierra natal, sin el pertinente permiso del club o de su técnico Asier Garitano.
"Es una aberración y una auténtica barbaridad. Y no lo voy a consentir con ningún jugador. Mientras yo esté aquí no va a volver a jugar", indicó Garitano sobre Garcés en la rueda de prensa posterior a la derrota en el Municipal Butarque.
Garcés, de 22 años, está cedido en el Leganés por el Atlético de Madrid, equipo al que pertenece y con quien realizó la pasada pretemporada. Sin embargo, el joven melillense no convenció a Diego Pablo Simeone y acabó buscando un club cerca de casa para contar con minutos.
Este sábado hubiera sido un jugador importante para el Leganés que tiene a sus otros dos delanteros lesionados: Sabin Merino y Jon Bautista. El club pepinero no atraviesa su mejor momento en la Liga SmartBank, donde ocupa la vigésima posición con 10 puntos de 36 posibles.