Nadie dijo que fuese fácil. El Liceo sufrió para batir al Reus y sumar su cuarta victoria consecutiva, la quinta de la temporada. En un día de fiesta para la afición coruñesa, que abarrotó las gradas del Palacio de los Deportes antes de mudarse al estadio de Riazor para animar al Deportivo, el equipo coruñés se topó con un rival duro y correoso que mandó 27 minutos en el marcador y aguantó casi hasta el final.

Los hermanos Grau, Carles, enorme bajo los palos, y Marc, autor de los dos goles decisivos, y el apoyo del público, que empujó en defensa y ataque, fueron claves en la remontada. El dúo arbitral, que señaló 14 faltas locales por solo siete visitantes, fue un obstáculo más en el triunfo liceísta.

Avisó primero Raúl Marín, la gran amenaza del Reus, que curiosamente se fue de Riazor sin ver portería. Respondió Àlex Rodríguez con un robo en campo propio y un disparo que desvió el portero Càndid Ballart, que también abortó otras dos llegadas de César Carballeira y Jordi Adroher.

Àlex lo celebra contra su exequipo

Sin embargo, nada pudo hacer ante el penalti que cometió Francesco Compagno sobre Carballeira y transformó el propio Àlex. El ‘pichichi’ y MVP de la OK Liga 2020/21, que se enfrentaba por vez primera a su exequipo, no falló el lanzamiento desde la línea y tampoco dudó en celebrarlo.

La volvió a tener el omnipresente Carba en dos ocasiones, pero el Reus no se amilanó, empató por mediación de Diego Rojas y, justo después, se encontró con un hombre más por la expulsión temporal del ‘5’ coruñés, que recibió tarjeta azul tras derribar al propio Rojas. Grau acertó las intenciones de Marín en la directa, pero el conjunto catalán jugó bien la superioridad y firmó el 1-2, obra de Compagno.

El portero liceísta también salvó el tercero en una contra finalizada de nuevo por el italiano. Y, cuando peor lo estaba pasando el Liceo, Jordi Burgaya subió el empate al marcador al rematar una genial asistencia del capitán Dava Torres.

Protestas contra el arbitraje

El ambiente se enrareció, con protestas del banquillo local y la grada ante las decisiones arbitrales. Lo aprovechó el Reus para adelantarse de nuevo en el marcador con un gol de Ferran Giménez tras una gran jugada de Marc Juliá.

Nada más empezar la segunda parte, el Liceo cometió la décima falta y el Reus tuvo la oportunidad para ampliar su renta, pero Grau respondió con acierto a otra directa de Juliá.

También rozó el empate el conjunto coruñés, primero con un penalti cometido por Marín, pero Ballart detuvo el lanzamiento de Àlex Rodríguez, y luego con un remate de Torres al poste.

Ruido y remontada

El Liceo enganchó una posesión tras otra hasta que se encontró con el gol del empate en una acción anulada por los árbitros, decisión que encendió definitivamente a la afición: “Fuera, fuera”.

El ruido y la necesidad llevaron en volandas al equipo coruñés, que en el tramo final se mostró superior físicamente y asedió la portería rival una y otra vez. Ballart no pudo con todo y Carles Grau firmó la remontada con dos goles calcados, al rebañar dentro del área sendas asistencias de Àlex Rodríguez y Roberto Di Benedetto.

Con cinco minutos en el reloj y después de mucho nadar, el Liceo guardó la ropa y amarró el triunfo. Segundo clasificado de la OK Liga con 16 puntos, el próximo domingo visitará el Palau para disputar el clásico de clásicos contra el Barça, líder con 18 tras ganar ayer en Caldes.