​Manu Sánchez, cinco años vestido de corto en el banquillo del Depor Abanca
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​Manu Sánchez, cinco años vestido de corto en el banquillo del Depor Abanca

​Manu Sánchez, cinco años vestido de corto en el banquillo del Depor Abanca
Manu Sánchez, hasta el pasado viernes entrenador del Deportivo Abanca, posa con la bufanda del club coruñés durante su presentación en 2016 en la Deportienda | archivo

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Manuel Sánchez García (A Coruña, 1978) fue despedido por el Deportivo el pasado viernes después de ejercer durante cinco años como entrenador del primer equipo femenino y máximo responsable de la sección. Un lustro donde el técnico coruñés, junto a Pablo Pereiro, también destituido por la entidad blanquiazul como director deportivo, cumplió su sueño de entrenar al Deportivo, alcanzó el objetivo de llevar al equipo a Primera Iberdrola y lo hizo brillar en la máxima categoría.


No obstante, su etapa en el banquillo blanquiazul terminó con un sabor amargo, con un descenso y un repentino cese tras haber configurado gran parte de la plantilla de cara a la próxima temporada en Reto Iberdrola junto a Pablo Pereiro. Cinco años de Manu Sánchez en Abegondo (y Ponte dos Brozos). Cinco años del arquitecto del Deportivo femenino. Cinco años de un entrenador y su inseparable pantalón corto.


1. Los inicios y una costumbre peculiar

El 19 de julio de 2016 tuvo lugar el primer entrenamiento del Deportivo femenino en Abegondo tras el anuncio, meses antes, de la recuperación de la sección por parte del entonces presidente Tino Fernández.


Nació el equipo blanquiazul de la mano del convenio con el Orzán y Manu Sánchez, con experiencia como técnico en el conjunto aurinegro, en la cantera del Ural y como segundo de Miguel Figueira en el Atlético Arteixo, fue el elegido para ocupar el banquillo herculino.


A pesar de su vinculación con el Orzán, el nuevo técnico del Depor descartó su elección por ese motivo. “La dirección deportiva me ha dejado muy claro que mi nombre ya estaba encima de la mesa desde hace un año independientemente del club con el que firmase el convenio de fusión”, aseguró en una entrevista a este diario concedida en 2016.


Sin esconder nunca su corazón deportivista, Manu Sánchez aceptó el reto repleto de ilusión –“desde que me metí a entrenador siempre pensé que lo máximo es dirigir a un equipo del Depor”, comentó en 2016– y poco a poco fue poniendo de moda el pantalón corto, utilizado desde sus inicios en los banquillos para ganarse la confianza de sus jugadoras: “Era una manera de que me aceptasen, siempre les decía ‘si vosotras os mojáis, yo me mojo’. Mis amigos dicen que voy de ‘choqueiro’ pero salvo que la dirección deportiva me diga lo contrario seguiré yendo de corto a los partidos”.


2. Los cimientos y el primer intento fallido

La temporada 2016/17 supuso el reinicio de la sección femenina del Deportivo, clausurada tras los años dorados del Karbo, en la Segunda División con una meta clara en el horizonte.


“El objetivo es llevar al equipo a Primera, no sé si en uno, dos o tres años. Queremos ser la punta de lanza del fútbol femenino en Galicia”, admitió a dxtcampeón en julio de 2016 el propio Manu Sánchez, quien diseñó una plantilla formada por jóvenes promesas del panorama gallego y por jugadoras más experimentadas.


A pesar de la llegada de las Teresa Abelleira, Nuria Rábano, Lía Muño, Estefi y Miriam Ríos, y la incorporación en invierno de las venezolanas Gaby y Kika, el Deportivo de Manu Sánchez finalizó el campeonato en Segunda División a cinco puntos del Oviedo Moderno, campeón y principal rival de las coruñesas en los años venideros.


Al término de la temporada, el técnico coruñés puso un “sobresaliente” a sus jugadoras y “un notable” a sí mismo por no haber logrado el título con un equipo ofensivo que, según sus palabras al término del curso, asumió “riesgos en ataque y esos nos convirtió en un equipo muy expuesto en defensa”.


3. Continuidad y duro golpe ante el Oviedo

La segunda campaña del Deportivo femenino y de Manu Sánchez como técnico comenzó con el mismo objetivo y el mismo perfil de futbolistas. “La línea va a seguir siendo la misma: apostar por los jóvenes valores gallegos y rodearlos de otras jugadoras más veteranas que puedan aportar consistencia y experiencia”, apuntó el míster coruñés en 2017.


Aquel verano llegaron Peke, Iris Arnaiz y Silvia Mérida, entre otras, y Manu abrazó como suyas las palabras del presidente Tino Fernández, quien afirmó que el objetivo era “quedar campeones y ascender”.


Tras un año de aclimatación y progresión, el Depor ya no tenía excusa. Era el principal favorito, por la plantilla y los medios que tenía a su disposición gracias al respaldo de un gran club. Manu lo sabía y también lo sabía la plantilla.


El técnico, dentro del mismo estilo de juego, utilizó varios esquemas durante la temporada, sobre todo el 1-4-2-3-1 en los días grandes y el 1-3-6-1 (o 1-3-5-2) con carrileras, que permitieron al equipo tener más variantes y llegar al tramo final con opciones. Pero de nuevo apareció el Oviedo Moderno, que destrozó el sueño blanquiazul en Ponte dos Brozos (0-2) y obligó al Depor a esperar un año más para dar el salto a Primera Iberdrola.


“Asumo la culpabilidad de no haber logrado el objetivo del título porque soy el máximo responsable. No es justo descargar el peso sobre las jugadoras”, dijo Manu a este diario durante el verano de 2018 al tiempo que destacó que “volvería a jugar exactamente el mismo partido” en relación al duelo ante el Oviedo Moderno.


4. A la tercera fue la vencida: a Primera

Manu Sánchez había declarado en los albores del proyecto que el ascenso a Primera División era un objetivo a uno, dos o tres años. Y empezaba su tercera temporada al frente del Deportivo. No había más margen de error. Pero algo había cambiado. El durísimo palo sufrido meses antes ante el Oviedo Moderno supuso un punto de inflexión, una espina que el técnico y el equipo luchó por sacarse desde el inicio de la siguiente campaña.


“Por mi manera de vivir el fútbol sigue ahí dentro (el golpe ante el Oviedo) y solo me lo voy a sacar cuando consigamos revertir la situación”, comentó Manu Sánchez al término del curso 2017/18.


Y lo consiguió. A pesar del empate en la jornada inaugural ante el Friol, el conjunto coruñés no volvió a ceder ni un solo punto en todo el campeonato y se proclamó campeón con puño de hierro. Los fichajes de la japonesa Maya Yamamoto y sobre todo de la veterana centrocampista Alba Merino dieron un plus a un equipo que ya se mostraba reconocible en su juego alegre y ofensivo. También arrasó en el playoff y el 19 de mayo de 2019 se convirtió en equipo de Primera Iberdrola cumpliendo así con el objetivo marcado en el inicio del proyecto.


5. Una temporada histórica en la élite

A pesar del ascenso, el cambio de directiva en el club –Paco Zas relevó a Tino Fernández en mayo de 2019– hizo dudar a Manu Sánchez sobre su continuidad. “Es la incertidumbre típica cuando hay un cambio de directiva, que puede optar por otras personas y otras ideas. Humildemente creo que en la sección femenina hemos hecho un muy buen trabajo”, afirmó a dxtcampeón una vez ratificado en su puesto.


El presupuesto de la sección se disparó –“diría que supera el doble con creces”, toda la plantilla pasó a contar con licencias profesionales, jóvenes promesas del fútbol español como María Méndez y Athenea del Castillo se unieron a piezas ya consolidadas en el Depor como Teresa Abelleira, Nuria Rábano, Peke, Gaby, Cris o Alba Merino y el equipo coruñés superó las expectativas con creces.


Manu Sánchez llegó a decir que “este equipo es como un buen plato de pulpo á feira”. El Depor Abanca atraía cada vez más público a Abegondo y el 1-4-4-2 en rombo del técnico coruñés ya era una seña de identidad de un equipo que encadenó victorias y gestas históricas durante una campaña que solo pudo reventar la pandemia de COVID-19.


El espectacular cuarto puesto en el debut en la élite y el juego vistoso y valiente del cuadro blanquiazul provocaron que los focos se centraran en Manu Sánchez, que, sin embargo, se mantuvo fiel al club de su corazón. “Ofertas hay, pero en el club me quieren y yo quiero seguir. Solo tenemos que sentarnos y hablar algunas cosas”, dijo a este diario en febrero de 2020.


6. Descenso y despido inesperado y abrupto

Y así fue. En julio de 2020 firmó una renovación de contrato hasta 2023 en la antesala de su quinta temporada al frente del equipo coruñés.


Sin embargo, la segunda campaña en Primera Iberdrola se le atragantó desde el principio. Ocho derrotas consecutivas reflejaron el cambio drástico de un Deportivo que ya no era capaz de practicar el mismo fútbol tras la salida de pilares fundamentales como María Méndez, Teresa Abelleira y Nuria Rábano.


“Es pasar de blanco a negro y no solo de un año a otro. En toda la historia del proyecto, en los cuatro años anteriores, no habíamos tenido unos números como estos”, comentó en octubre de 2020 un Manu Sánchez que no fue capaz de encontrar la fórmula para revertir la situación.


El Depor Abanca se mantuvo en puestos de descenso durante todo el curso y el entrenador coruñés decidió cambiar el paso en busca de una solución. “Llevamos en el barro todo el año. Nuestro estilo y modelo de juego tiene sus particularidades y no nos dieron resultado. Hemos tenido que tocar muchas cosas y variar buscando soluciones”, comentó Manu, que abrazó un fútbol más directo y con menos riesgos, utilizó varios sistemas tácticos, decidió dotar de más carga física los entrenamientos y finalmente buscó la remontada con un 1-3-5-2 y un once fijo que tampoco fueron suficientes.


Un empate ante el Granadilla en Abegondo (1-1) fue la constatación del descenso para Manu aunque la caída aún no era matemática. “Que se me entienda bien lo que digo, el equipo descendió la semana pasada contra el Granadilla. Lo que teníamos que perder, ya lo perdimos”, afirmó en la previa del partido ante el Betis, donde sí se consumó el descenso.


Tras ese encuentro, Manu quiso poner en valor su trabajo en declaraciones a ‘Riazor.org’: “Seguro que no soy el mejor entrenador, pero soy el mejor entrenador para este proyecto”.


Sin embargo, la directiva presidida por Antonio Couceiro no puso fin el pasado viernes a la etapa de Manu Sánchez en el Deportivo. Una destitución repentina que llegó después de que el técnico, junto con Pablo Pereiro, ya hubiese configurado gran parte de la plantilla 2021/22 con la incorporación de doce fichajes y cinco renovaciones. Un adiós abrupto, en un periodo sin ya vacantes en los banquillos, para el ‘choqueiro’ del Deportivo.

​Manu Sánchez, cinco años vestido de corto en el banquillo del Depor Abanca

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