Después de haber estado varios días en su domicilio realizando entrenamientos en solitario, el joven mediocentro catalán del RC Deportivo Josep Calavera se unió ayer al resto del equipo en el campo IV de la Ciudad Deportiva de Abegondo.
En una mañana de actividad más bien suave, Yago Gandoy regresó al trabajo colectivo, después de superar las molestias físicas que arrastraba a inicios de semana.
En esta ocasión el que no pudo tomar parte con el grueso del plantel fue el central Jaime Sánchez, aquejado de unas molestias en los isquiotibiales.
Ante cualquier mínimo dolor, el cuerpo técnico de Borja Jiménez prefiere no arriesgar y, en esta ocasión, el ex del Sabadell se entrenó en solitario y bajo la tutela de los recuperadores del club, en el campo número V de la ciudad deportiva.
También en paralelo a la actividad del primer equipo efectuaron sus planes personales de entrenamiento Uche Agbo y Derik Osede.
El primero de ellos tiene muchas papeletas para abandonar el club de la Plaza de Pontevedra antes del inicio de Liga pero se ha sumado esta semana a la pretemporada, mientras que el segundo, sin contrato en el club, se recupera en las instalaciones del RC Deportivo, a quien solicitó permiso para poder trabajar sobre el césped.
Una de las anécdotas de la jornada matinal, de una hora y veinte minutos de duración, fue la gran intensidad con la que se empleó el lateral izquierdo Héctor Hernández.
En un lance de los rondos con los que se dio por concluido el test matinal, el defensa pucelano se lanzó con fuerza a los pies de Borja Granero, haciéndose con el balón.
Algunos de sus compañeros de vestuario se sorprendieron ante semejante ímpetu, mientras que el propio Granero aplaudió la entrada. “Así me gusta a mí”, espetó.