La selección inglesa de fútbol nunca parte como favorita para un triunfo final. Siempre se habla de Brasil, Argentina y de los europeos Italia, Alemania, y –según cada momento-, España, Francia… Nadie suele nombrar a Inglaterra salvo para indicar que es una selección que puede llegar lejos. Se le supone que pasa las primeras fases y que luego puede pasar alguna eliminatoria. Pero lo de ganar un campeonato… aquí ya los pronosticadores se echan atrás. Eso sí, ninguno podría imaginar la serie de crueles eliminaciones que ha sufrido Inglaterra en estos últimos 30 años.
Comenzamos en el Mundial de Italia de 1990. Tras superar en la primera fase a Eire, Holanda y Egipto, Inglaterra elimina a Bélgica y Camerún antes de caer en semifinales ante Alemania en la fatídica tanda: Pearce y Waddle fallan sus dos últimos lanzamientos y Olaf Thon que no perdona y clasifica a los germanos.
Tras una mala Eurocopa de Suecia en 1992 y de no clasificarse para USA 94, los ingleses se enfrentan a un nuevo reto: la Eurocopa 96 en su propio país. La lotería de los penaltis que le favorece ante España en cuartos pero que le condena en semifinales ante –otra vez- Alemania. Cinco penaltis marcados por cada equipo y un tal Gareth Southgate, ¿les suena?, que marra el sexto. A la calle por penaltis en su propio torneo.
Siguiente Mundial. Francia 98. Cerquita de casa. Primera fase que pasa como segunda y enfrentamiento ante Argentina. Empate (2-2) y pasan los suramericanos en los penaltis.
Nuevamente mala Eurocopa 2000 donde caen en primera ronda y derrota ante Brasil en cuartos en el Mundial 2002 de Corea y Japón que daría paso a otra maldita tanda en la Eurocopa de Portugal de 2004. Primera fase donde pasa sin dificultad y el anfitrión Portugal que le espera en octavos. Obviamente no era un cruce sencillo, pero nada era imposible. El partido termina con empate a dos goles y en la nueva y fatídica tanda se llega a la muerte súbita tras fallar Beckham un lanzamiento que se fue un poco más arriba de la estratosfera y Rui Costa por los lusos. Al final, el error de Vassell en el séptimo lanzamiento daría la clasificación a Portugal.
Pasan dos años, llegamos al Mundial de Alemania de 2006. Los mismos protagonistas, Inglaterra y Portugal, la misma ronda –cuartos- y el mismo desenlace: gana Portugal por penaltis. La maldición inglesa empezaba a tomar ya tintes de obsesión.
Para la Eurocopa de 2008 no se clasificaron y tras una estrepitosa derrota en el Mundial de Sudáfrica de 2010 en octavos ante Alemania, llegamos a la Eurocopa de 2012 en la que la selección inglesa volvió a las andadas y decidió que para no perder la costumbre iba a caer otra vez desde el punto fatídico. Cuartos de final, Italia de rival y los ingleses Ashley Young y Andy Cole que fallan el tercer y cuarto lanzamiento y no fallando los italianos los suyos.
Y cuando parecía que en el Mundial de Rusia de 2018 se acababa el maleficio al eliminar a Colombia desde los 11 metros, va ahora Italia y les da el peor disgusto por penaltis. En la final y en casa. Antes al menos se resignaban, ahora te salen quitándose las medallas, montando bronca los hooligans, insultando a los que fallaron y demostrando que lo de perder no lo llevan bien. Allá ellos.