A medida que ha ido transcurriendo la primera semana de entrenamientos, el máximo responsable técnico del RC Deportivo, Borja Jiménez, está incrementando la exigencia física para su plantilla.
Con el objetivo de llegar en la mejor forma posible al primer amistoso de la pretemporada el próximo sábado 24 frente al Racing Villalbés, y también de recargar las pilas de cara al inicio de la competición liguera en el mes de agosto, el estratega abulense diseñó una sesión matinal de alto voltaje.
Bajo un calor sofocante en el campo de entrenamiento número IV de Abegondo, el míster prestó atención especial al manejo de balón en espacios reducidos, con varios rondos de presión con desplazamiento y también una tarea final de posesión en campo de pequeñas dimensiones.
Poco a poco los futbolistas blanquiazules van conociendo más a los que serán sus compañeros de vestuario en la presente andadura liguera.
A pesar del lógico cansancio que se va apoderando de las piernas de los jugadores, la plantilla se afana en mostrar su mejor versión ante el nuevo ‘staff’ técnico.
Y es que en el segundo día de doble sesión semanal, el equipo herculino siguió poniendo toda la carne en el asador, en un test matinal de aproximadamente una hora y media de duración en el que el balón volvió a ser el gran protagonista.
Siempre atento a la evolución de sus futbolistas, el entrenador Borja Jiménez toma nota de la evolución de cada uno de sus hombres, especialmente de los jóvenes valores procedentes de la cantera, que también están disponiendo de sus oportunidades para asomarse al fútbol profesional.
Con rostros de evidente cansancio debido a la exigente actividad a elevadas temperaturas, los futbolistas herculinos se retiraron a los vestuarios, listos ya para otra sesión vespertina.