Como mínimo, hay dos maneras de entender el fútbol: la primera es jugar para divertirse y la segunda es competir al máximo para conseguir objetivos. Puede que muchos de los futbolistas del Deportivo hayan soñado con el partido de esta tarde (Marbella Football Center, 19.00). Solo pueden experimentar una sensación todavía mejor: ganarlo. Después de eliminar a la Unión Deportiva Las Palmas en cuartos de final, el equipo de Óscar Gilsanz disputará la semifinal frente al Real Madrid. El objetivo: hacer todo lo posible para llegar a la final del sábado.
Al Depor no le faltará ilusión ni motivación en el partido contra el Real Madrid por todo lo que significa, pero la realidad es que los blanquiazules jugarán ante un rival de máxima exigencia después de disputar más de 120 minutos en Gran Canaria el pasado domingo. Las ganas de acceder a la final pueden darle un plus al Deportivo en un encuentro en el que un ritmo alto podría pasar factura.
Adrián Pereda, Añón y Fuentes, que ya no estuvieron el pasado domingo en el choque de vuelta de los cuartos de final, tampoco han viajado a Marbella. Son las tres únicas bajas del Juvenil A blanquiazul para encarar la semifinal ante el Madrid. Las novedades en la lista de Óscar Gilsanz son el lateral izquierdo Mauro y Urdiales, por lo que la expedición blanquiazul está compuesta por un total de 20 jugadores.
Como no podía ser de otra manera, el Real Madrid se ha mostrado, tanto en la ida como en la vuelta de la eliminatoria ante el Atlético de Madrid (4-2 en el global) como un equipo con muchísima calidad individual. El conjunto merengue no suele variar su sistema, el 1-4-3-3. Destaca por la velocidad de sus extremos –Peter y Aranda–, que juegan a pierna cambiada y rompen bien hacia dentro. Los interiores –David González y Bruno– también tienen mucho talento y, como dato curioso, también actúan a pierna cambiada para salir con mayor facilidad a zonas interiores. Además del juego posicional y elaborado, el Real Madrid maneja otros registros como el contraataque o el peligro a base de centros laterales. Uno de los objetivos del Deportivo debe ser que el Madrid no marque el ritmo de partido que le interesa. Como dato curioso, solo hay un futbolista del equipo de la capital que no sea juvenil de tercer año: el centrocampista Bruno es juvenil de segundo. ¿Una posible duda en el once? Durante la temporada, Salazar fue el punta habitual; un delantero agresivo, de continuos desmarques, rematador. En cambio, en los dos encuentros de Copa de Campeones, Jorge Romero optó por Theo Zidane, que tiene un perfil más asociativo, no tan vertical y sin tanta presencia en el área contraria.
Pero, como bien ha dicho el entrenador del Deportivo, cuando empiece el partido el Real Madrid también saldrá con once jugadores y ninguno ha ganado la Champions.