Los Suns sobrevivieron a un partido histórico de Nikola Jokic y se colocan con match ball para barrer a los Nuggets, mientras que los Sixers tomaron Atlanta (111-127) y recuperan el factor cancha.
El recientemente coronado MVP se convirtió en el tercer jugador que firma un 30-20-10 en playoffs. Los 32 puntos, 20 rebotes y 10 asistencias del serbio le sientan a una mesa donde solo comían Wilt Chamberlain y Kareem Abdul-Jabbar. Casi nada.
Pero los Nuggets son menos Nuggets sin Jamal Murray. Austin Rivers está a años luz y Facundo Campazzo volvió a sufrir al renacido Chris Paul, faro de los Suns con 27 tantos, 6 capturas, 8 pases de canasta y 3 robos. Además, Aaron Gordon anda desaparecido y los núneros de Michael Porter Jr han bajado notablemente en lo que va de eliminatoria.
Aun así, los de Michael Malone, entre los que también destacó Monté Morris (21 puntos y 5 asistencias), aguantaron el tipo en la primera mitad (57-59), pero un parcial de salida de 12-3 en el tercer cuarto los sacó de rebufo y dos triples seguidos de los Cameron, Payne y Johnson, los pusieron contra las cuerdas (74-88). No volverían a acercarse a menos de esa distancia, la misma con que acabaría el primer encuentro en Denver (102-116), donde Devin Booker (28 tantos, 6 rechaces y 4 pases letales) fue el perfecto escudero de CP3.
Los Sixers también sobrevivieron, en su caso a las lesiones y los sustos. A los cuatro minutos perdieron a Danny Green y en el último cuarto, ya con el partido más que controlado, Tobias Harris sufrió un durísimo golpe en la cabeza y poco después Joel Embiid se estampó contra Clint Capela y cayó al parqué de manera espeluznante.
Ambos pudieron seguir en un duelo donde brillaron con luz propia, el ala-pívot con 22 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias y el pívot rozzando el triple-doble: 27, 9, 8 y 3 tapones. Ben Simmons (18, 4 y 7) completó el trío de ases y Seth Curry (12 tantos), Furkan Korkmaz (14) y Dwight Howard (12 y 6 capturas) redondearon la faena.
En los Hawks, mal en defensa durante todo el partido, algo inaudito en un equipo entrenado por Nate McMillan, y negados desde el arco (6 de 23), los de siempre: Bogdan Bogdanovic (119), Danilo Gallinari (19), John Collins (23 y 7 rebotes), Trae Young (28 y 8 pases de canasta) y casi nada más.
El cuarteto local aguantó hasta el descanso (56-61), pero, al igual que los Nuggets, los Hawks volvieron de vestuarios a pie cambiado, en su caso encajando un parcial inicial de 4-15. Una canasta de Tyrese Maxey cerró el tercer cuarto con dos decenas de renta (75-95) y dejó el último como un entrenamiento para un cuarto capítulo donde el conjunto de Atlanta deberá ajustarse defensivamente para poder evitar poner una rodilla en la lona.