El pasado 23 de mayo, Míchel Alonso finalizó su etapa como entrenador del Coruxo, tras dos campañas en las que el técnico ferrolano sacó un excelente rendimiento de la plantilla viguesa. Ahora, en plena mudanza a su ciudad natal, el que fuera ojeador del Deportivo entre enero y junio de 2016 nos atiende, mientras no dejan de sonar los rumores que le sitúan de vuelta al conjunto blanquiazul para asumir la dirección deportiva.
¿Qué tal llevas el descanso?
Bien. Primero, aliviado por pasar una situación complicada por cómo se desarrolló la liga, por nuestra situación, que al final la resolvimos bien. Ahora, intentando descansar. En mi caso, no mucho porque ando de mudanza, que mañana me voy para Ferrol.
¿Por qué decidiste dejar el banquillo del equipo vigués?
Cuando tomas una decisión de este calibre no es por una cuestión sola, sino que es meditada. Fundamentalmente, por el desgaste de estas dos temporadas y para intentar buscar otros retos, otros proyectos que me puedan motivar. Aunque he estado muy contento en el Coruxo, tengo la sensación de que el trabajo ya está hecho.
Parecía que tenías otro club.
No hay nada externo que me llevara a tomar esta decisión y no ha habido ningún contacto con ningún equipo.
Es inevitable que te pregunte por el Deportivo porque se ha vinculado tu nombre a la dirección deportiva.
No hubo ningún contacto hasta este momento y, a partir de ahí, siempre es un halago que me relacionen con un club en el que ya tuve la oportunidad de estar, que estuve muy bien y para un puesto que sería apetecible poder trabajar en el Depor. En su momento estuve muy bien, tengo experiencia en formar plantillas y es algo que podría ser atractivo.
Tengo experiencia en formar plantillas y es algo que podría ser atractivo
Veo que estarías encantado de recibir una llamada del conjunto coruñés.
Que te relacionen con un club como el Depor siempre es para estar satisfecho. Además, sería para algo en lo que me encuentro cómodo.
¿Piensas tomarte un tiempo de descanso mientras llega alguna oferta interesante?
Ahí no depende tanto de mí. Mientras no me llame nadie, seguiré descansando. Está muy reciente mi salida del Coruxo y ahora me apetece descansar un poco, y si van llegando cosas, pues ir viendo las posibilidades.
Ganasteis al Depor, al Racing y al Pontevedra. Casi nada.
Sí. Sobre todo en nuestro campo en estas dos temporadas fuimos un equipo muy dominador de los partidos. Si tocaba atacar, el equipo lo hacía bien. Si teníamos que estar más replegados y contraatacar, también lo sabíamos hacer. Creo que hemos dado un rendimiento muy bueno.
¿Cómo valoras el curso?
El inicio de liga fue irregular, pagamos esos cinco partidos que hicimos un punto y esa primera fase tan corta nos hizo ir a remolque. Luego acabamos con un número de puntos que en una liga normal nos habría permitido ser sextos o séptimos. El balance total creo que es bueno, pero condicionado por el arranque de la liga.
Has completado dos campañas muy buenas en el Coruxo. En la anterior os quedasteis a un paso del playoff de ascenso y esta temporada disteis la cara en un grupo muy duro.
El año pasado, fuimos de esos pocos equipos con los que no se fue muy justo con las decisiones que se tomaron tras la pandemia porque estábamos quintos y no nos permitieron jugar el playoff. A otros los salvaron, no descendió ninguno y alguno de ellos ahora se ha metido en la Primera RFEF. Creo que con el Coruxo no se fue justo porque esa quinta plaza se premió igual que si hubiéramos quedado últimos. Pero estos dos años han sido muy buenos.
¿De qué te sientes más orgulloso de tu etapa en Vigo?
De muchas cosas. Sobre todo de que el equipo fuera capaz de jugar con muchos registros diferentes, adaptarse a muchos niveles de juego, y para mí es un orgullo irme con el aplauso de los jugadores y la gente del club.
Lo cierto es que el club te apoyó de manera incondicional durante toda la temporada porque tras el titubeante inicio de curso, que en otros equipos ya se habrían cargado al entrenador, desde el Coruxo se insistió una y otra vez en que eras intocable.
Totalmente. Es algo que tengo que agradecer, sobre todo en un año en el que más de 50 entrenadores de los 102 equipos de Segunda B fueron cesados y yo solo recibí apoyo, así que solo puedo estar agradecido.
Siempre digo que iré donde me lleve el fútbol; espero que venga algo ilusionante
¿Con qué recuerdo te quedas de estas dos campañas?
Con muchos, no diría uno solo. Sí que es cierto que hay un partido que va a ser difícil que pueda olvidar y es el que perdimos con el Mirandés en Copa del Rey la temporada 2019-20. Hubo decisiones arbitrales importantes que nos perjudicaron, pero hablando solo de futbol, fue un partido increíble. Creo que me acordaré de esa eliminatoria durante años. Y también muchas vivencias con gente que no conocía y que ahora son amigos.
¿Con qué sueñas para el futuro próximo?
Siempre digo que iré donde me lleve el fútbol. Ya estuve de entrenador, director deportivo en el Rápido de Bouzas, en la dirección deportiva en el Depor con Richard Barral... Espero que venga algo ilusionante y estaré encantando de seguir dentro del fútbol.
Con un segundo curso consecutivo en la tercera categoría, ¿el Deportivo pierde peso?
El Depor va a ser el Depor siempre. Primero, por historia, que ya va inherente a lo que es el Deportivo. Y también por interés del resto va a ser favorito siempre, va a estar señalado.
¿Le faltó tomarse más en serio la competición?
Desde fuera, tuve la sensación desde el principio de que se pensaba más en el playoff que en jugar el primer partido de liga. Esta categoría tiene sus condicionantes y hay equipos muy bien trabajados, futbolistas de nivel, gente que ya lleva años jugando en Segunda B y tiene mucho conocimiento de la categoría... Mi sensación es que en el Depor se miró demasiado lejos.
¿Con qué te quedas de la escuadra herculina?
Acabé con la sensación de que si esto hubiera durado más, el Deportivo habría quedado arriba, y es una sensación positiva porque terminó sabiendo competir en la categoría y es algo que ya tiene aprendido para el año que viene.
El Depor quiere ascender y Borja ya lo hizo dos veces
Ha sido una buena temporada para los técnicos gallegos como Yago Iglesias y tú. Ambos sonasteis para el banquillo blanquiazul, pero al final llega un entrenador de fuera. ¿Falta mayor reconocimiento para los de aquí?
Creo que los técnicos gallegos sí estamos reconocidos a nivel nacional y regional. Gente como Yago o Fran Justo, entrenadores de muy buen nivel, están reconocidos.
Pero igual no tanto en los equipos principales de Galicia.
Siempre nos gustaría que en los equipos de referencia hubiera más entrenadores de aquí, pero lo importante es que quien venga, que sea para aportar.
¿Qué te parece que se hablara de Yago para el Depor?
El Compos compitió muy bien, se ha reconocido el trabajo de Yago y eso siempre es gratificante porque es consecuencia de un proceso y de que en Santiago le dieron tiempo para trabajar, y ese es el valor más preciado para un entrenador, que te den tiempo.
¿Qué te parece el fichaje de Borja Jiménez por la escuadra blanquiazul?
Me enfrenté a él en alguna ocasión, cuando estaba en el Izarra, que yo entrenaba al Racing de Ferrol. Lo primero, creo que en Borja hay un entrenador con una buena formación; Además, en cuanto a resultados claramente tiene lo que el Depor quiere. El Depor quiere ascender y Borja ya lo hizo dos veces con dos equipos diferentes, dos ascensos seguidos. Las referencias que tengo sobre él son muy buenas y creo que es una buena elección.
Aunque ya ha logrado dos ascensos a Segunda, dirigir a un club como el Depor, con su historia, su masa social y la obligación de subir, ¿supone un reto mayor?
El bagaje está ahí. Es cierto que el Deportivo es el equipo más grande que estuvo en la categoría, es un campeón de Liga que está en Segunda B, y ahí va a haber unos matices que en relación a otros equipos lo hacen diferente en cuanto a presión y repercusión, pero el bagaje que trae Borja le va a ser suficiente para soportar la presión y tener buenos resultados, que es lo importante.
Guarda un perfil similar al de Rubén de la Barrera, así que la filosofía del equipo no partirá de cero.
Sí. Tiene matices que los van a diferenciar, como tenemos cualquier entrenador, pero mi sensación desde fuera es que Borja tiene capacidad de adaptación. Sus equipos se adaptan a diferentes circunstancias. Primero se adapta a los futbolistas y a situaciones que puedan surgir. Es un entrenador abierto a diferentes modelos y eso también es importante en una categoría como la Segunda B, donde hay un aspecto clave, que los equipos y los entrenadores deben ser un poco camaleónicos y poder adaptarse porque hay terrenos de juego que te lo exigen, no todos los campos son iguales.