Tal y como apuntó el pasado viernes el entrenador Rubén de la Barrera, el estadio de Riazor presentará esta tarde un aspecto de ‘bombonera’ en el encuentro ante el Langreo, en el que el RC Deportivo podría acercarse al objetivo menor de la Primera RFEF.

Y es que la Xunta de Galicia ha autorizado albergar para este encuentro hasta a 5.000 seguidores, obedeciendo al deseo de la propia entidad de la Plaza de Pontevedra, que solicitó al ente autonómico un incremento en la cifra de espectadores respecto a los últimos choques en casa (1.000 butacas).

Todos y cada uno de los socios protectores que solicitaron su entrada la han obtenido y todas las gradas del coliseo blanquiazul estarán pobladas de los colores blanco y azul, lo que a buen seguro que supondrá un extra de motivación para la plantilla deportivista.

En este sentido, el club coruñés ha hecho hincapié a lo largo de la semana en que “las 5.000 localidades se distribuirán entre las 8 gradas del Estadio ABANCA-RIAZOR, que abrirá todos los puntos de acceso disponibles en Tribuna, Preferencia y los fondos de Marathón y Pabellón”.

Hasta el momento, la afluencia más notable de público en la presente temporada en Riazor tuvo lugar en la jornada inaugural, frente al Salamanca, cuando cuatro millares de incondicionales tuvieron el privilegio de observar de cerca las evoluciones de un curso atípico como el actual, en la categoría de bronce del fútbol estatal. En aquella ocasión la grada empujó hasta llevar en volandas al Deportivo hasta un triunfo tan merecido como trabajado (2-1), con un tanto salvador de Eneko Bóveda en el tiempo añadido.

En vista de lo mucho que se juega el Depor en el envite de esta tarde a las 19.00 horas, la directiva de Antonio Couceiro ha movido ficha para obtener el permiso de la administración autonómica, a quien se han mostrado muy agradecidos desde el Consejo de Administración coruñés.

En caso de que el conjunto dirigido por Rubén de la Barrera logre imponerse a un desmotivado Langreo la fiel afición deportivista recibiría al menos una pequeña recompensa en un ejercicio en el que apenas han podido asomarse a los encuentros oficiales de su equipo del alma.

Sin duda sería la mejor noticia para un club que ha fracasado esta temporada en su intento por regresar al fútbol profesional y que el próximo año, ya previsiblemente sin pandemia, podría marcar la diferencia con una masa social que en la actualidad supera los veinte millares y que insuflaría un ánimo determinante para retornar a su lugar natural.