La segunda unidad del Real Madrid, encabezada por Eden Hazard en un nuevo intento de regresar a su nivel, debe de mantener al equipo de Zinedine Zidane en la pelea por el título liguero ante un Osasuna sin agobios, a las puertas de la vuelta de semifinales de la Liga de Campeones frente al Chelsea.
No hay físico para todo. Los titulares del Real Madrid llegan al límite al momento en el que se deciden los dos títulos grandes y Zidane debe tomar decisiones. Lo vio claro ante el Chelsea, con su equipo arrollado desde el físico y realizando un ejercicio de resistencia para firmar un empate que deja la eliminatoria abierta para Londres. Las rotaciones son obligadas.
La cita del miércoles por una plaza en la final de Estambul condiciona el duelo liguero ante Osasuna. Será el momento de dar la cara para esos futbolistas del equipo blanco que tienen papel de secundarios, para canteranos y para otros que regresan de lesión con necesidad de ritmo de competición. Juntos encaran la obligación de ganar para seguir aspirando al título liguero.
En el primer grupo aparecen nombres como Álvaro Odriozola, Marcelo, Isco Alarcón o Rodrygo; en el segundo, Antonio Blanco y Sergio Arribas; en el último, Sergio Ramos o Eden Hazard.
Osasuna visita el Di Stéfano con la difícil misión de volver a ganar tras su última derrota, ante el Celta, que cortó una racha de tres triunfos consecutivos y seis jornadas sin perder que le permitió dar un salto hacia la tranquilidad, huyendo de los agobios por la salvación. Su técnico, Jagoba Arrasate, apuntó que deberán hacer un encuentro “perfecto” para tumbar al Madrid.