El Deportivo regresa a Miramar, escenario de un partido histórico hace 20 años para el Marino y muy especial para un deportivista, Dani Mallo. Aquel día debutó en partido oficial con el conjunto blanquiazul. “La primera jugada conmigo en el terreno de juego fue una falta a favor del Depor en el medio del campo y Naybet, en vez de sacar adelante, se giró y me dio un pase a cincuenta metros”. Aquel fue el primer balón que tocó el portero de Cambre en un estreno atípico por las formas e imborrable.
En noviembre se cumplirán 20 años de tu debut con el Deportivo en el campo al que ahora vuelve el conjunto herculino, ¿cómo recuerdas aquel día?
El día del debut es especial para cualquier futbolista. Yo llevaba mucho tiempo esperando jugar mis primeros minutos con el Deportivo en un partido oficial y me surgió la oportunidad en aquel encuentro de Copa del Rey con un ambientazo en Miramar. Fue un estreno un poco extraño porque solo fueron veinte minutos, pero a mí me supo a gloria.
El titular fue Nuno y tú, como dices, jugaste los últimos minutos, ¿cómo fue ese momento en que Irureta te dio la alternativa, qué sentiste, qué se te pasó por la cabeza?
Pues lo primero que pensé fue que Nuno tenía algún problema físico porque el partido estaba claramente a nuestro favor cuando ellos se quedaron con uno menos, pero no tenía pensado que podía jugar. Pensaba que Nuno tenía molestias, pero me fijé en él y vi que estaba perfectamente bien. Paco Melo me confirmó que así era y me dijo: tú calienta que ‘Jabo’ quiere que entres. Lo hice lo mejor que pude, calenté lo mejor que pude para intentar entrar en las mejores condiciones. Al final, era un partido de fútbol, especial para mí, pero un partido más.
Puedes presumir de haber mantenido la portería a cero en tu estreno…
Sí, puedo presumir de eso, de haber dejado la portería a cero en el partido de mi debut y también de no haber perdido ningún partido oficial con el Deportivo. Son cosas que pueden parecer anecdóticas, pero para mí son un orgullo. Son bonitas. De aquel día me quedo sobre todo con el grandísimo ambiente que había en aquel campo, del partido y de las sensaciones que tuve de por fin, después de tanto tiempo poder jugar los primeros minutos como portero del primer equipo.
Fue un estreno un poco extraño, solo veinte minutos, pero me supo a gloria
Ya llevabas tiempo en el primer equipo a pesar de tu juventud, ¿cómo te sentías en la etapa más esplendorosa del club?
Yo me sentía muy orgulloso de pertenecer a aquella plantilla. Es verdad que era el más joven y que no tenía muchos minutos, pero también era consciente de que eran los mejores años del Deportivo, con una competencia brutal en todos los puestos, por supuesto en la portería, donde todos eran porteros internacionales: Songo’o, Kouba, Rufai, Molina, Juanmi, Nuno, Munúa... todos internacionales absolutos por sus países. Entonces, yo lo tomaba como un reto, peleaba cada entrenamiento como si fuera el último y me sentía completamente orgulloso de pertenecer a aquel Deportivo.
Con el primer equipo jugaste tres partidos de Copa la siguiente temporada, uno de Champions ante el Manchester y dos de Primera, ambos en la última jornada (temporadas 2002-03 y 2004-05), ¿cuál es tu mejor recuerdo bajo el arco blanquiazul?
Sin lugar a dudas, hay tres momentos en mi etapa blanquiazul que quedarán marcados para siempre: la consecución del título de Liga, recorrer las calles de A Coruña con todo el mundo celebrando, porque había vivido el no título del penalti de Djukic, y aquello fue tremendamente especial; el Centenariazo; y luego a nivel estrictamente personal me quedo con el debut en Champions, en Riazor, ante el Manchester United, en mi estadio, con mi gente, en la máxima competición continental.
Eran los mejores años del Depor, con una competencia brutal
Te tocó una época grandiosa para el club, en la que el nivel de la plantilla era muy alto y tú fuiste uno de los pocos canteranos que se asomaron al primer equipo. ¿Preferirías haber estado en el momento actual, en el que se supone que tendrías más protagonismo?
Intento no plantearme qué hubiera pasado si llego al Deportivo en otra época y nadie lo podría saber. Sería como jugar con las cartas marcadas. Ahora sabemos lo que ha pasado posteriormente. Podría pensar que ahora tendría más oportunidades, pero a lo mejor no, así que me quedo con la época que viví, fui un afortunado llegar al Depor en aquella época, pero también me costó mucho trabajo. Tenía que entrenar primero con el Depor B y con el primer equipo en dos sesiones todos los días de la semana, no tenía ningún momento libre, pero no me arrepiento ni un solo momento de las decisiones que tomé. ¿Podría haber pasado otra cosa si la decisión hubiera sido otras decisiones? Nunca lo sabremos.
El Deportivo regresa en partido oficial a Miramar veinte años después, ¿qué crees que se va a encontrar allí?
Se va a encontrar un rival muy difícil. El Marino en su campo ha demostrado que es un rival temible. Allí cayeron los dos gallos de su grupo, el Burgos y el Numancia. El Burgos era prácticamente imbatible y cayó por 3-0. Independientemente de que el Marino ya no tenga opciones, el partido contra el Depor será especial. A lo mejor no como aquel de hace veinte años pero sí especial porque el Depor es un grande y todos los rivales ven la oportunidad de demostrar su calidad y desempeño ante él. Es una pena que por el Covid no haya el ambiente de hace veinte años. Será un partido muy difícil para el Depor. Los jugadores del Marino saben que hacer un buen papel significa estar al día siguiente en las portadas de muchos periódicos.
El equipo acaricia la Primera Federación y hay un debate ¿lo consideras una permanencia o un ascenso para el Deportivo?
No sé cómo considerarlo, si permanencia o ascenso. Lo que está claro es que es el objetivo que había que conseguir cuando se quedó sin opciones del que tenía de subir a Segunda A. La Primera Federación le permitirá tener el fútbol profesional a un paso y eso es lo que hay que intentar.