Un gol del central internacional colombiano Jeison Murillo en el último suspiro permitió al Celta de Vigo rescatar un punto ante el Real Valladolid, que sufrió un golpe tremendo porque no había sido testado después de que se adelantara con un tanto del chileno Fabián Orellana.
Fue un partido de pocas ocasiones, muy táctico, entre dos equipos necesitados de puntos. Había mucho en juego y eso se notó. En el primer tiempo únicamente el delantero israelí Shon Weismann, tras un error del mediocentro peruano Tapia al borde del área, amenazó a los porteros con un potente disparo que salvó Rubén Blanco.
No varió el guion del choque en el segundo acto, aunque ambos tuvieron ocasiones para adelantarse antes de que apareciera el ex celeste Orellana para desnivelar el choque.
En el minuto 56 una falta botada por el internacional Iago Aspas se estrelló en el larguero, con Roberto Jiménez haciendo la estatua; en el 65, cuatro antes del gol del chileno, Brais Méndez tocó lo justo para desviar el remate de Óscar Plano.
Y poco después llegó el tanto pucelano. Un disparo lejano de Weissman, que Rubén desvía pero Orellana recogía el rechace y no fallaba en la finalización.
Sergio González movió ficha para defender con una línea de cinco hombres. Su equipo no sufrió hasta la última jugada, cuando el zaguero Murillo, con un potente remate de cabeza, explotó una acción de estrategia para dar un punto fundamental a su equipo, que mantiene la ventaja sobre el Valladolid, que alarga su sufrimiento, víctima de otro pequeño detalle que le cuesta el triunfo.
Tapia acabó ‘tocado’
El internacional peruano Renato Tapia, futbolista del Celta de Vigo, acabó con molestias en el tobillo derecho el partido que su equipo empató ayer domingo contra el Real Valladolid en Balaídos, teniendo que ser tratado por los fisioterapeutas a la conclusión del choque.
El mediocentro sufrió un esguince en ese tobillo en el choque de la anterior jornada contra el Valencia en el estadio de Mestalla, y durante la semana realizó un trabajo individual de recuperación para no perderse el choque ante el conjunto vallisoletano, un rival directo en la pelea por eludir el descenso.
Tapia, indiscutible desde la llegada al banquillo de Eduardo Coudet, como pivote defensivo, tendrá ahora dos semanas para recuperarse al no poder jugar el siguiente compromiso liguero contra la SD Huesca, después de que este mediodía viera su décima tarjeta amarilla en LaLiga. Una amonestación que le hace cumplir su segundo ciclo de castigo.