Este jueves día 16, el Real Club Deportivo de La Coruña recibe en Riazor al Racing de Santander. No es un partido más, es quizá el punto de inflexión para mantener viva la esperanza de continuar la próxima temporada en Segunda División y quizá, con ayuda divina, aspirar a más cosas esta misma temporada. 

La llegada de un nuevo consejo y un nuevo presidente parece haber despertado la ilusión de nuevo de un deportivismo que se había instalado en la decepción y en el cabreo. el nuevo equipo rector del club coge las riendas en el momento más difícil y por ello merece desde ya nuestra gratitud y el reconocimiento del deportivismo y también de la ciudad. han empezado bien, al centrar a Abanca en darle una solución de continuidad a un equipo sobre el que se llegó a sembrar la duda de su viabilidad. 

Llegan además con humildad demostrando su compromiso con el dépor y también con la coruña. cuentan con apoyos externos de indudable valía como el de Juan Carlos Rodríguez Cebrián, un empresario al que solo su deportivismo le empujó a renunciar a su tranquilidad para apoyar al club de sus amores y del que su abuelo fue presidente en el pasado dato este no menor y que quizá, en última instancia, explique la implicación del empresario coruñés. 

Son muchas las ilusiones que nos jugamos y que en mayor o menor medida nos afectan a todos porque el deportivo es una seña de identidad coruñesa y también un motor económico para muchos sectores de la ciudad, además, hay que decirlo, es la gran proyección de la imagen de nuestra querida ciudad que aún guarda en su memoria lo que supuso el ‘Superdepor’ para situar a La Coruña en el mapa. 

A cualquier lugar que viajabas en aquella época era inevitable la mención a nuestro equipo con admiración y cariño allá donde fueres. 

Por todo esto y por mucho más, es la hora de volcarnos y hacernos partícipes de esta nueva ilusión y convertirnos de nuevo en ese “12” que desde la grada empuja a su equipo y crea un ambiente en riazor que ayude a meter ese gol de la victoria que tanto necesitamos. 

Será bueno para el Depor, pero también para todos nosotros que volveremos a ser coprotagonistas de una nueva gesta del deportivismo y siempre nos quedará la satisfacción de haber puesto nuestro granito de arena para la recuperación del buque insignia del fútbol coruñés. 

Esto no lo sacará solamente adelante un entrenador, ni un consejo nuevo, ni tan siquiera una plantilla que se juega su futuro ni tampoco una afición entregada, si esto sale adelante y estoy convencido de ello, será por la unión de los esfuerzos de todos juntos y unidos empujando al equipo, cada uno desde su posición y sus responsabilidades, pero juntos en el esfuerzo que nuestro club necesita ahora. 

No es hora de revanchas personales ni de críticas, ni tan siquiera de cobrarse viejas rencillas que nos separan y por lo tanto nos debilitan, es hora de unidad, de juntar nuestras voces en un “Forza Depor” ensordecedor que despierte ese sentimiento compartido que es el deportivismo. 

Allí estaré para apoyar y espero estar apretado porque el estadio de Riazor llene sus gradas y todos podamos disfrutar de una victoria reponedora frente al Racing de Santander que sea el inicio de la resurrección del deportivismo más sano y comprometido. el jueves, ¡todos a Riazor!