Marc Soler regaló una gran victoria en solitario a Movistar en la tierra de su sede gracias a una escapada en la bajada de San Miguel de Aralar que le permitió llegar en solitario a la meta de Lekunberri, donde Primoz Roglic volvió a enfundarse el maillot rojo.
Soler conocía el terreno, formó parte clave de la estrategia del Movistar, motivado ‘en casa’ y logró su primera victoria en una grande. Remató un gran día del equipo a solas con la gloria, con tiempo para celebrar su éxito tras 151 kilómetros de viaje.
Soler se destacó del grupo de favoritos en la bajada de Aralar. Abrió hueco y cruzó la línea con 19 segundos de adelanto sobre Roglic, Dan Martin, Esteban Chaves, Alejandro Valverde y Enric Mas. El esloveno se llevó el sprint de los perseguidores y consiguió seis segundos de bonificación.
Cinco valientes
La escapada del día se montó después de 40 kilómetros. Soplaba el viento, pero camino del Alto de Guirguillano (3ª) los intentos desembocaron en una aventura de cinco hombres promovida por Wellens (Lotto), a quien se unieron dos españoles: Aranburu (Astana) y Serrano (Caja Rural).
El Jumbo asumió el ritmo de persecución dentro de un margen que nunca superó los cinco minutos de retraso. Repitiendo la jugada del primer puerto volvió a atacar Wellens. El belga subió Urbasa (3ª) en solitario y cruzó la cima con más de un minuto respecto a los perseguidores y casi seis sobre el grupo del líder.
Surgió otra etapa desde el techo de Urbasa. Mientras Wellens perseguía su sueño con nulas opciones, Movistar atacó a bloque en la bajada. El latigazo obligó al Jumbo y al Ineos de Richard Carapaz a ir atentos, ya hasta meta.
El punto caliente de la jornada era la subida a San Miguel de Aralar, un 1ª de casi 10 kms al 7,9% de media y rampas del 15% en carretera estrecha. Un esfuerzo serio para examinar otra vez a los hombres de la general, que empezaron la escalada con las orejas tiesas en un pelotón reducido por Movistar a 25 hombres, entre ellos Luis León Sánchez, el primero en intentarlo.
Salto fallido del reciente campeón de España. Soler se encargó de recordar que la batuta estaba en manos de Movistar, en plan dominador, inspirado por carreteras de sobra conocidas. El catalán paró los pies a Sepp Kuus y a Carapaz antes de atacar en primera persona en la bajada, dejando en el grupo del líder a Alejandro Valverde y Enric Mas.
Bajada complicada
Hasta la meta de Lekunberri, 16 kilómetros, una bajada complicada, de las que exigen dar pedales, ya que la inercia del desnivel no es suficiente. Soler se lanzó a tumba abierta, resuelto a rematar la faena para el conjunto Movistar, combativo desde Urbasa para lograr algo grande.
Con un colchón de 20 segundos aguantó el ganador de la París-Niza 2018 hasta la línea de llegada, se fue directo hacia su primera victoria en una gran vuelta por etapas. Nadie lo pudo parar. Por fin un premio para el de Vilanova i La Geltrú, quien no pudo ir al Giro de Italia por reforzar la escuadra en el Tour de Francia.
Ahora en la Vuelta acaba de demostrar que el equipo puede seguir confiando en él para llevar los galones en determinadas carreras. Promesa desde que ganó el Tour del Porvenir en 2015 y ganador de la París-Niza 2018, Soler tiene aún una cuenta pendiente. La victoria en Lekunberri le dará la moral y la confianza que le falta.