Un día antes de que la final encumbre al ganador de la Copa del Mundo femenina de fútbol de Francia 2019, las selecciones de Inglaterra y de Suecia se encontrarán esta tarde (17.00 horas )en Niza, en la batalla por el tercer puesto.
Ese es el consuelo que le queda a ambas tras haber caído en semifinales ante los combinados de Estados Unidos y de Holanda, aunque el bronce no es un premio menor. Terminar en el podio estimula a ambos conjuntos, según se desprende de las palabras de sus respectivos entrenadores.
Por el bando inglés, Phil Neville invitó a las Lionesses a poner el broche a una Copa del Mundo “fenomenal” con un triunfo que les mantenga en la “elite”. “Este grupo de jugadoras”, subrayó en rueda de prensa, “alcanzó las semifinales en el Mundial de 2015, en la Eurocopa de 2017 y en este Mundial”. “Eso muestra nuestra consistencia en el alto nivel. Somos uno de los mejores equipos del mundo”, dijo.
Con esas palabras de refuerzo, Neville confía en relanzar la moral de un equipo que pretendía disputar la final de mañana, pero que ya ‘solo’ aspira a repetir la tercera plaza de hace cuatro años.
Su último escollo en terreno francés será la selección de Suecia, asimismo aspirante a pisar el podio.
Gran torneo
La vigente subcampeona olímpica firmó un torneo formidable, una gran actuación, a excepción de sus dos derrotas. En la fase de grupos cedió ante la selección de Estados Unidos (2-0); en semifinales, la selección holandesa le venció en la prórroga (1-0). Rindió, en todo caso, por encima de las expectativas gracias a la jerarquía de Caroline Seger y Nilla Fischer y al tridente Blackstenius-Jakobsson-Rolfö.
“Ser tercero es mucho mejor que ser cuarto”, convino el técnico Peter Gerhardsson, “y queremos terminar el Mundial con una medalla”. “Nos queda un partido muy bonito por el que competir”, apuntó el seleccionador sueco prometiendo batalla ante las Lionesses.
Ese sábado, en Niza, las selecciones de Inglaterra y de Suecia buscarán el dulce consuelo del bronce.