El Deportivo, que depende de otros resultados para evitar el descenso a Segunda B, se aferra a un precedente histórico en circunstancias similares a la actual.
A una parte del deportivismo, ya veterana, la situación del equipo que ahora entrena Fernando Vázquez le recuerda a la temporada 1987-88.
Fue un curso que, como el actual, el Deportivo afrontó en Segunda División y en el que también tres técnicos pasaron por el banquillo.
El Deportivo, que había comenzado la temporada con una victoria, al igual que en la presente campaña, se pasó todo el campeonato luchando por eludir el descenso y no sería hasta la última jornada cuando consiguiese este broche dorado, que ha quedado escrito en páginas doradas en la historia de la centenaria entidad de la Plaza de Pontevedra.
El Depor 87-88 llegó a estar 17 partidos sin ganar, registro que se batió esta temporada (19), y rompió esa serie negativa ante el mismo adversario que en la actual, el Tenerife.
El Deportivo afrontó la última jornada en puestos de descenso, en los que también se encuentra ahora, y necesitaba una carambola para salvarse, ya que era decimoctavo de veinte equipos y bajaban cuatro a la categoría de bronce del fútbol estatal.
El conjunto blanquiazul ganó al Racing de Santander (1-0), que nada se jugaba, en el último suspiro con un tanto muy celebrado de Vicente Celeiro, adelantó al Hércules, que cayó en su campo con el Castellón (1-2) y al Bilbao Athletic, que sucumbió ante el Xerez (2-0), y logró la salvación con los mismos puntos que los vascos.
Esta temporada, el Deportivo necesita ganar y que no lo hagan Albacete o Lugo; o empatar y que pierdan esos dos equipos y no gane el Numancia.
El tanto en el tiempo de descuento de El Hacen para el Lugo en el Heliodoro Rodríguez López ha provocado que los herculinos tengan que depender tanto de la escuadra del Anxo Carro como del propio Albacete.
Aunque todos los equipos prefieren depender de sí mismos para salvarse, lo cierto es que, al Deportivo eso no se le ha dado bien.
Con la excepción de su último descenso, a Segunda División en la temporada 2017-18, en el que confirmó su caída antes de la jornada final, en los dos anteriores, también de Primera a la categoría de plata, tenía la permanencia en su mano y falló.
En la campaña 2012-13 lo hizo con Fernando Vázquez, como ahora, en el banquillo, y en la 2010-11, con Miguel Ángel Lotina.