El golfista español Jon Rahm recuperó su condición de aspirante a número uno del mundo y lo hizo con un tercer recorrido dominante en el torneo Memorial del PGA Tour, que lideraba con 204 golpes (-12) y cuatro de ventaja sobre los segundos clasificados, los estadounidenses Ryan Palmer y Tony Finau (208, -8).
A pesar de que no tuvo su mejor comienzo, no al menos como a Rahm le hubiese gustado, a medida que transcurrió su recorrido por los hoyos del Muirfield Village Golf Club, su adaptación a las difíciles condiciones del campo mejoró y de ahí su condición de nuevo líder.
“No puedes cometer ningún error porque lo pagas muy caro”, comentó Rahm. “No comencé como me hubiese gustado, me faltó definición en el green, pero en la segunda mitad del recorrido todo fue diferente y me sentí mucho más identificado con mi juego”.
Rahm, que buscaba conseguir su primer título individual de 2020 después de haber participado en nueve torneos, con 8 cortes, y cuatro veces colocado entre los 10 primeros, tenía también la gran oportunidad de ser el nuevo número uno, puesto que al cierre de esta edición ocupaba el norirlandés Rory McIlroy (419,78 puntos) por 384,82 del español.
Un triunfo de Rahm y que McIlroy, actualmente con 214 (2), a 10 golpes del líder, empatado en el duodécimo puesto, termine peor que un empate por el segundo, le aseguraría al golfista español de 25 años su condición de nuevo número uno del mundo.
Hasta ahora en la historia del golf, solo nueve jugadores europeos han sido clasificados como el número 1.
Entre ellos el legendario golfista español Severiano Ballesteros que estuvo 61 semanas al frente de la clasificación mundial.