Tim Wellens sacó oro de la primera escapada de la Vuelta anotándose la quinta etapa, de 188, 4 kms entre Huesca y Sabiñánigo, víspera de la jornada de la montaña en Pirineos, en la que Primoz Roglic mantuvo el jersey rojo.
Wellens fue el más fuerte en una fuga de tres y desplegó fuerza y experiencia en una llegada que picaba hacia arriba para estrenar su palmarés en la Vuelta. Se impuso con autoridad con 4 segundos sobre Guillaume Martin y 12 respecto al Thymen Arensman.
Una caída en el último aliento provocó zozobra en el grupo de favoritos. Roglic estuvo atento, escapó del accidente y encabezó el primer grupo a 2:13 del ganador. Por detrás quedaron atrapados algunos rivales, entre ellos Dan Martin, que se fue al suelo.
Los jueces decidieron no picar tiempo a los afectados, por lo que se mantuvieron las diferencias en la general, con Roglic dispuesto a defender la roja en la jornada de hoy con final en Formigal en vez del aplazado Tourmalet.
Etapa de media montaña con tres dificultades concentradas en los últimos 60 kms. Si la víspera anunciaba sprint, y lo hubo; camino de Sabiñánigo se esperaba fuga que pudiera dar tregua a los favoritos a las puertas de Pirineos.
Intento abortado
Primero lo intentaron 14 corredores, pero la presencia de Kenny Elissonde, a 2:30 en la general, arruinó la iniciativa. Más batalla. Lo intentaron Andrey Amador y Remy Cavagna, sin resultados. Luego saltaron 12 hombres, entre ellos Sepp Kuss, sexto de la general, lo que obligó al Ineos a tomar serias medidas.
Del grupo se marcharon en el ascenso al Alto de Vio (2ª) Wellens, Martin y Arensman, que coronaron con 2:50 de renta. Se consolidó la fuga. El trío cruzó el Alto de Fanlo (3ª) con 3:50 y Wellens al frente, empeñado en quitarle el maillot de la montaña a Richard Carapaz, nada preocupado, ya que solo le quita el sueño al ganador del Giro 2019 el maillot rojo.
Superado el Alto de Petralba (2ª), a 18 kms de meta, la victoria se iba a gestionar entre el trío. Casi 4 minutos por detrás el Ineos pasó al Jumbo el testigo para perseguir, que para eso tiene al líder.
Desde la cima de Petralba a Sabiñánigo, a volar. El terceto tenía asegurada la opción de jugarse la etapa entre ellos, pero la armonía no iba a perdurar hasta la última línea. Entraron juntos en la ciudad oscense, hicieron sus cálculos y el primero en quemar la traca fue Aremnan, ya dentro del ultimo kilómetro.
El latigazo del neoprofesional no logró soltar a Wellens y Martin, que quedaron al frente para afrontar un incómodo repecho en los últimos 500 metros, suficiente para el ataque del belga, que esperó el momento oportuno para obligar al galo a doblar la rodilla.
Wellens, corredor con dos etapas del Giro en su palmarés y triunfos en la general en la Vuelta a Polonia y a Andalucía, supo generar la fuga, mantenerla y rematarla. Incluso tuvo tiempo para saborear su estreno en la Vuelta.