Ha pasado un calvario de lesiones y un infierno personal. Pero el diploma olímpico en los Juegos de París compensa todo el sufrimiento. Yulenmis Aguilar acabó sexta en la final de lanzamiento de jabalina y ya tiene en sus manos algo por lo que llevaba mucho tiempo luchando y que por una causa o por otra vio peligrar en diferentes momentos de la temporada, incluso de su carrera.
Cumplido el miércoles el primer gran objetivo en la calificación, que era clasificarse para la final, unas molestias en el codo le hicieron arriesgar y con un primer intento de 62,78 metros se aseguró prácticamente un sitio entre las ocho mejores. Después ya no pudo mejorar e incluso evitó forzar en el cuarto intento.
El podio quedó lejos, con la japonesa Haruka Kitaguchi con el oro (65,80), la sudafricana Jo-Ane van Dyck con la plata (63,93) y la checa Nikola Ogrodnikova con el bronce (63,93). No se lanzó mucho. De hecho, la mejor marca de este año de la atleta tutelada por Raimundo Fernández es de 63,90. Pero tiene que salir el día importante