El tremendo acierto del Monbus Obradoiro en los triples (6 de 8) en el tercer cuarto del partido que le enfrentó al Casademont Zaragoza decidió la contienda para los gallegos ante un equipo maño que estuvo a punto de darle la vuelta a los 18 puntos por los que perdía pero que acabó muriendo en la orilla (78-79).

El equipo maño tuvo la opción de empatar con dos tiros libres cuando perdía por dos en el último segundo pero Christian Mekowulu falló el segundo, algo que fue una constante en el partido para los aragoneses (19 aciertos de 28 intentos) y el partido cayó del lado visitante.

El triunfo cortó la mala racha que acumulaba el Obradoiro de dos derrotas consecutivas y a la vez la buena del conjunto maño, que había sumado tres victorias en los últimos cuatro encuentros y que veía el encuentro ante los de Moncho Fernández como un partido clave en su lucha por la permanencia.

Con el triunfo el equipo gallego sigue optando a meterse entre los ocho primeros clasificados, lucha en la que se había atascado tras los últimos malos resultados sufridos.

El comienzo no pudo ser más productivo para el conjunto gallego pues con una buena defensa y el desacierto de su rival, aún con posiciones de tiro cómodas, llegó a acumular hasta 10 puntos de renta (4-14) en el minuto 6 con un Thomas Scrubb tremendamente acertado.

Con solo dos aciertos de diez en tiros de campo el conjunto maño sufría y no veía la manera de encontrar el aro rival hasta que entró la segunda unidad que con un parcial de 9-0 redujo diferencias y se acercó en el marcador al final de los diez primeros minutos (13-16).

Cuando parecía que los aragoneses le habían tomado el ritmo al partido un parcial de inicio de 0-5 en el segundo cuarto de los hombres de Moncho Fernández supuso que volvieran a alejarse en el marcador (13-21) momento a partir del cual los fallos en uno y otro conjunto fueron casi continuados.

Muchos errores en situaciones no apuradas lo que hizo que aunque los locales consiguieran recortar de nuevo diferencias y colocarse por delante por primera vez en el minuto 18 acabasen mirando la matrícula del equipo gallego al descanso (25-29).

El partido transcurría igualado tras el descanso e incluso el equipo de Porfirio Fisac volvió a colocarse de nuevo efímeramente por delante hasta que apareció Kassius Robertson para ajusticiar al conjunto aragonés. El jamaicano anotó tres triples consecutivos que comenzaron a abrir brecha otra vez en el electrónico y sus compañeros decidieron seguirle hasta el punto de que acabaron el parcial con 6 de 8 triples anotados (75 % de acierto) para alcanzar una diferencia de 18 (39-58) que fue decisiva para la suerte del partido.

El conjunto ‘rojillo’ no se rindió y llegó a reducir la diferencia a un punto a falta de 1:01 y tuvo dos tiros libres de Cristian Mekowulu para empatar a falta de un segundo pero el pívot falló el segundo lanzamiento y la victoria se marchó para Santiago de Compostela.