Moncho Fernández, entrenador del Monbus Obradoiro, señaló este martes que el Surne Bilbao Basket, al que recibirán este miércoles en el Multiusos Fontes do Sar, sigue siendo un equipo “muy reconocible” pese a la profunda renovación de su plantilla.
“Es un equipo ordenado, que sabe dónde tiene los focos de anotación y los busca. La filosofía es la filosofía, pero al final esas partituras que planteamos los entrenadores las tocan diferentes músicos. Y los nuevos músicos que tiene Jaume tocan diferente al año pasado, pero desde el punto de su filosofía, tanto ofensiva como defensivamente, son un equipo muy reconocible”, afirmó.
En su comparecencia ante los periodistas, el técnico santiagués adelantó que el lituano Marek Blazevic sigue sin recuperarse de las molestias que ya le mermaron en la final de la fase preliminar de la Liga de Campeones (BCL) ante el Estrsburgo, y que el ucraniano Artem Pustovyi arrastra “una luxación” en un dedo de la mano.
En este sentido, admitió que la ausencia del internacional dominicano Rigoberto Mendoza, que estará de baja varias semanas por la fractura en tres vértebras lumbares que sufrió en el partido ante el Mornar montenegrino, es “un contratiempo” y no descartó acudir al mercado para cubrir su baja.
En cuanto a la derrota del pasado sábado ante el Estrasburgo, que le impidió sacar el billete para la fase de grupos de la (BCL, por sus siglas en inglés), apuntó a los duelos individuales y al dominio del rebote ofensivo de su rival como dos de las claves.
“Hubo acciones en las que perdimos la batalla individual. Todos los equipos capturan rebotes de ataque, el tema es el porcentaje, lo que entra dentro de lo normal y lo que no. Y el otro día no entra dentro de lo normal. Hubo acciones que perdemos porque tenemos que pelearlas más”, explicó Moncho Fernández.
Además, el preparador del Obradoiro reconoció que a su equipo le costó “adaptarse” al arbitraje europeo porque es, a su juicio, “absolutamente diferente” al de la liga Endesa.
“Es muy diferente en todo, en los contactos, en los empujones, en el uso de las manos. Ellos estaban más adaptados que nosotros porque tienen más experiencia”, manifestó.