La selección española firmó este martes una amplia victoria ante el Líbano (59-104) que le coloca virtualmente en las semifinales del preolímpico de València y lo hizo con un juego coral ante un rival que le exigió muy poco y que le permitió dar continuidad a una preparación en la que apenas había jugado un par de partidos.
Este choque y el de este miércoles ante Angola, en el que una victoria le aseguraría el liderato del grupo A y una derrota le dejaría formalmente pendiente de una carambola imposible, deben servir para completar el rodaje para cerrar su billete para París en la semifinal del viernes y la final del domingo, dos partidos ante rivales de mayor entidad y sin margen de error.
Eso sí, habrá que ver qué precio debe pagar España por el triunfo ante Líbano, puesto que Scariolo no usó a Juancho Hernagómez en toda la segunda parte por problemas físicos.
Pese a salir algo blanda en defensa de salida, a España le bastó seguir la sabia batuta de Lorenzo Brown para ponerse por delante. Con el ágil Youssef Khayat y el solido Omari Spellman, Líbano pudo de inicio seguir unos minutos el paso del equipo de Sergio Scariolo.
No obstante, la rotación permitió a la selección española mantener la frescura y el cansancio empezó a hacer mella en las decisiones de las dos referencias libanesas. Por eso, aunque un triple de Spellman, estadounidense nacionalizado y con carrera en la NBA, mantuvo ajustado el marcador al final del primer cuarto ya se percibía que el choque estaba a punto de romperse (18-24, m.10).
Polifacético y móvil, Usman Garuba, que firmó nueve puntos y cuatro rebotes en sus primeros cinco minutos, ensanchó la ventaja española y obligo al Líbano a reconstruir su quinteto inicial. Pero ya era tarde, la brecha estaba abierta y ya no se cerraría en todo el partido (21-35, m.13).
Scariolo apostó por una rotación rápida que permitió que su equipo no bajara el ritmo y también repartir minutos y cargas. En el minuto 16, con la entrada de Alberto Díaz ya había hecho jugar a los doce y entre los tapones de Santi Aldama, sus puntos y los de Jaime Pradilla, el choque llegó resuelto al descanso (31-51, m.20).
En la reanudación, de nuevo la clarividencia de Brown hizo el baloncesto de España fácil y atractivo para una Fonteta que presentó una buena entrada y asumió que no había partido. Con la ventaja ya más allá de los treinta puntos, Scariolo trató de evitar la pérdida de rigor de los suyos aunque no fue fácil por la falta de oposición del equipo de Miodrag Perisic. Khayat y El Darwich anotaban pero no inquietaban.
Las defensas alternativas del Líbano no alteraron el guión pero hicieron pensar a España y también a afinar su puntería. Con Darío Brizuela como tirador más entonado, la selección superó sin esfuerzo los cien puntos y amagó con doblar a su rival para cerrar un choque sin historia en el que no falló y al que le sacó lo que pudo.
Libano 59 - 104 España |
Libano (18+13+13+15): Khalil (-), El Darwich (13), Khayat (20), Haidar (2), Spellman (13) - cinco titular - Zeinoun (-), Gyokchyan (-), Mezher (-), Mansour (3), Ezzedine (2) y Hadidian (6).
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