Llegó el día. Llegó la hora. El momento en el que el Deportivo puede salir del pozo y regresar al fútbol profesional. Hay nervios en la ciudad, en el deportivismo, en el propio club. Es lo normal. Pero también una enorme ilusión; y sobra actitud. 

Hoy todas las meigas, todos los antepasados, todos el universo deportivista, estará en Riazor, en el templo de una afición que ha sido clave para llegar hasta aquí.

El partido de esta tarde paralizará los corazones de miles de seguidores blanquiazules de todas las edades, desde niñas y niños que no han visto al Depor de los títulos hasta los más veteranos, que pensaron que el club se iría definitivamente al fracaso de la desaparición.

Se ha sufrido mucho para llegar hasta aquí, hasta esta posibilidad de ascender con una victoria. Es cierto que hay jornadas por delante por si el equipo no es capaz de conseguirlo a la primera, pero todos, empezando por el propio plantel, están preparados para que esta noche se convierta en mágica. Nos van a ver volver. Forza Depor!