El Deportivo saltó al terreno de juego muy mermado en su delantera, con las consabidas bajas de Yeremay, Mella, Barbero y Lucas Pérez. Y lo hizo con un sistema 4-2-3-1, con Pablo Valcarce en la posición de ‘falso 9’.
El Cornellà, por su parte, planteaba de inicio su patrón de juego 5-3-2, con cinco defensas, con el objetivo de conservar la puerta de Miño a cero.
A los blanquiazules les costaba mucho esfuerzo profundizar, mientras que el visitante probaba fortuna por medio de Mamor.
Germán Parreño daba síntomas de cierto nerviosismo, mientras que arriba los herculinos apenas inquietaban en el juego de estrategia, con dos cabezazos tímidos que no encontraron portería.
En el minuto 31 Pablo Vázquez transformaba en el 1-0 un centro de saque de esquina de Hugo Rama, demostrando la importancia del juego de estrategia.
En la segunda parte, el equipo salió sin cambios. Hugo Rama disparaba desde lejos pero Miño salvaba los muebles para los visitantes.
Faltaba movilidad arriba para desarbolar a la defensa del Cornellà, así como también el equipo carecía de un referente como delantero centro.
El empate 1-1 llegó en un despiste en defensa, dando síntomas de debilidad; finalmente el Deportivo acabó sometiendo a un bombardeo a su rival pero con ataques desorganizados y acuciados por las prisas. El Deportivo sigue atascado en Riazor. l