Lo que queda del ‘Fuenlabrote’
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Lo que queda del ‘Fuenlabrote’


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Una de las cosas que nos dejó la composición del grupo I de la 1 RFEF de este año fue ver que nos íbamos a encontrar de nuevo con el Fuenlabrada.


Y pronto nos acordamos de todo el esperpento que sucedió desde el 20 de julio de 2020, cuando estalló todo el caso de los positivos ocultados, hasta el 7 de agosto, cuando se disputó el paripé en Riazor y que le costó un serio disgusto a Álex Bergantiños por decir una verdad como un templo.


Todos nos acordamos de la chapuza que montó la Liga de Fútbol Profesional pasándose por el forro la normativa y permitiendo que se jugase toda la jornada excepto un partido. Y nadie se olvida de que el Fuenlabrada viajó hasta La Coruña sabiendo que llevaba jugadores infectados por el covid. Y todos recordamos que hasta el médico del equipo madrileño se quedó en casa por ese motivo.


En fin, que nadie se olvida de aquellas fechas y lo que supuso para el Deportivo. Nos fuimos a Segunda B sin ni siquiera poder disputar la jornada en igualdad de condiciones. Porque, como bien dijo el presidente Lendoiro, no hubiera sido lo mismo si en el minuto 85 de los encuentros el Deportivo fuese perdiendo 0-1 y el Lugo y el Albacete empatando sus partidos. No hay que saber mucho de fútbol para darse cuenta de que no es lo mismo si los encuentros se disputan simultáneamente a que lo hagan en distintas fechas. Eso está claro.


El caso es que se ha intentado hablar de una cierta rivalidad entre los dos clubes cuando no es tal. Es cierto que las relaciones entre ambos clubes no parece que sean muy buenas. Pero es cierto también que las personas que hay en ambos clubes ya no son las mismas.


En el equipo del sur de Madrid sigue su orondo presidente Praena a la cabeza. También sigue como director deportivo el tal Melgar, que en su día fue un mediocre futbolista y ahora como dirigente tampoco es que haya mejorado mucho.


En cuanto al médico, desconozco si sigue el elemento que tenían entonces. Nosotros seguimos teniendo al doctor Lariño, que tan bien les atendió a ellos cuando estuvieron confinados en el hotel Finisterre (lo de estar de cuarentena en un cinco estrellas no debe de estar nada mal).


Y por lo demás, nuestra directiva es otra porque así lo han decidido los propietarios del club y en cuanto a la plantilla pues a ellos les quedan unos pocos jugadores de entonces y a nosotros sólo a nuestro capitán Álex, precisamente el que más tuvo que padecer la ira de la LFP y de las perrerías de Tebas. Y en los banquillos no estarán ni Fernando Vázquez ni Sandoval, que eran los que estaban en aquel verano de 2020.


En definitiva,  que hoy poco queda del equipo de entonces. Es muy posible que cuando juguemos en Riazor le caiga una sonora pitada al Fuenlabrada, aunque a los jugadores que salten al campo no les suene la historia lo más mínimo. En cuanto al partido de hoy pues ni va a ser una encerrona ni nada. Serán como mucho 1.500 espectadores en las gradas y que la mayoría de ellos serán aficionados del Atleti que se hacen socios del Fuenlabrada porque es el equipo de la localidad donde viven, pero nada más.


Y en cuando a los nuestros, o Álex les ha estado contando la batallita de hace dos años o a Quiles, Rubén, Soriano y otros el tema del Fuenlabrote les traerá sin cuidado. Eso es lo que hay que hacer, olvidarnos del tema y salir a jugar al fútbol.


Y si además hoy los nuestros ganan el partido pues nos darán una gran alegría a los que no olvidaremos nunca lo que sucedió hace dos años.

Lo que queda del ‘Fuenlabrote’

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