Los pilotos de Fórmula 1 andan con ‘la mosca en la oreja’ debido a las multas económicas recibidas al pronunciar palabras malsonantes durante la disputa de los grandes premios. Ante esta tesitura, uno rememora los tiempos en los que acudía a la academia para sacar el carné de conducir y en las clases se incidía en la educación al volante. Quizá en unos meses veamos a algunos de estos pilotos reciclándose detrás de un pupitre...