El otro día en este mismo periódico leí un artículo de su director en el que, con sumo respeto, dejaba entrever que tal vez las cosas en el Básquet Coruña no se hacían con la rapidez que la situación general del equipo requería. Al menos desde fuera. Dentro seguro que tienen explicación perfecta para cada una de las gestiones que realizan a lo largo de cada jornada.
No pretendo que este comentario se parezca ni de lejos al que leí del señor Rodríguez Cudeiro. Principalmente porque hay que estar muy preparado para escribir así, pero con su permiso el mío va a ser más directo.
Creo que el agradecimiento a equipo, club, directiva, auxiliares, afición y medios, lo hemos expresado todos repetidamente. Algunos, entre los que me encuentro, lo seguiremos haciendo durante toda la vida. Conseguir llegar desde esta ciudad a la “mejor liga del mundo” (NBA aparte) tiene un mérito infinito. Y tal vez por eso nos da pavor poder perderla tras solo un año en ella. Que hay tiempo para mejorar y conseguir las victorias que nos darían derecho a continuar en ACB, es una evidencia pero, ahora mismo, la situación no es buena.
No creo que estemos muy alejados de Murcia, Bilbao, Andorra, Lleida, Breogán, Granada o Girona. Es más, por no retroceder mucho en el tiempo, estoy convencido que si contra Bilbao jugamos como ante Valencia, ahora mismo tendríamos cinco victorias.
Augusto Lima se lesionó en el segundo 24 del partido del 7 de diciembre en el Coliseum contra Manresa. Hoy justo se cumple un mes. No entiendo que en este deporte, en el que se puede fichar jugadores por meses, semanas o días, no se haya sustituido al brasileño.
Al comienzo de esta maravillosa temporada incorporamos al citado Lima, a Taylor, a Figueroa, a Scrubb y Thompkins. El domingo perdemos por una diferencia de 15 puntos contra Valencia en el tercer cuarto y con Lundqvist, Barrueta, Font, Huskic y Burjanadze (durante varios minutos) llegamos a empatar a 72.
Ese cinco puntual está formado por jugadores que el año pasado estaban en LEB Oro (ahora Primera FEB), que nos hicieron más que felices hace meses consiguiendo el ascenso.
En la última jornada, Valencia vino con doce jugadores en acta y dejó cerca del Mediterráneo a otros cuatro, al menos, profesionales. Alguno por el que nos estamos interesando. Nosotros para rellenar once plazas en el mismo documento, contamos con Thiam, Cebrián y Martínez, jugadores del filial. Con Jakovics enfermo teníamos tan solo ocho jugadores profesionales. Una ventaja evidente para los rivales.
Por los gritos que varios aficionados protagonizaron detrás de mi posición en el Coliseum el domingo, con los que estoy totalmente de acuerdo, todos queremos más Thompkins y más Diagné. Desde luego defiendo totalmente que si Epi no los pone más, sus razones tendrá.
En el descanso esos gritos se convirtieron en tertulias improvisadas cuyo contenido giraba generalmente en la tragedia que sería abandonar la ACB tras solo una temporada y que el equipo necesita tener argumentos para intentar mantener la categoría. “Argumentos”: un base, un “tres” y sin duda un “cinco”, cuanto más grande mejor.
Según lo escuchado la semana pasada en rueda de prensa cuyo protagonista máximo fue el actual presidente, Pablo de Amallo, parece que esas incorporaciones van a limitarse a un escolta-alero y punto. Ellos sabrán de verdad lo que necesita el equipo. Pero no es buena señal que el máximo mandatario recién llegado, diga a continuación, refiriéndose al siguiente partido a disputar (Valencia) que “esa no es nuestra liga”. Primero porque en la ACB hay más equipos cercanos al Valencia que a nosotros, y máxime cuando en la primera jornada ganamos al súper poderoso Real Madrid, que por esa razón, tampoco es “de nuestra liga”.
De las cinco incorporaciones en agosto están lesionados Lima y Scrubb, se ha ido Figueroa, nos está saliendo increíble Taylor y Trey es capaz de lo mejor o de pasar desapercibido. ¿Con eso nos llegará para mantenernos? ¡Ufffff!
Y eso que los del año pasado, los que ascendieron, los que nos hicieron felices, están rindiendo a un magnífico nivel.
Entiéndase que este comentario está escrito “desde fuera”. Y con todo el respeto. Es decir, que si la directiva no ficha, que si el entrenador pone poco a Thompkins y a Diagné, que si el equipo en algún partido se desconecta es seguro que sus razones existirán para que esto ocurra. Baskonia, Breogán y Murcia son los rivales para acabar la primera vuelta de la competición. Ganamos dos y estaremos muy satisfechos. Uno, no está mal. De ninguna victoria no creemos. Mientras tanto nos llega la noticia de la victoria del Girona, de mi admirado Moncho Fernández, que sí creyó que el partido contra el Barcelona era de su liga. ¡Y ganó! Nada bueno para nosotros.
José Gerardo Fernández
Periodista