No ha dejado de sorprender la aparición en primera línea del máximo accionista del Deportivo para encabezar públicamente el proyecto que hasta ahora ha sustentado. Juan Carlos Escotet se ha elegido a sí mismo y ha decidido que será el nuevo presidente blanquiazul por no se sabe cuánto tiempo.
Hay que reconocer que no esperábamos este paso adelante porque los dirigentes de la empresa deportivista habían figurado siempre en un segundo plano y habían colocado hombres de paja para que complacieran sus voluntades sin salir a la luz pública. Ahora, con el ascenso a Segunda seguramente se piensa en la directiva que esto ha tomado otro camino. Al liberar a la entidad de la carga económica que le pesaba, posiblemente el horizonte empresarial puede vislumbrar un porvenir risueño, que los comunes de los mortales todavía somos incapaces de intuir.
Tiempo atrás, en las veces que hemos tocado este asunto y desde el desconocimiento que nos invade, manifestamos nuestras ‘sospechas’ sobre el futuro del Deportivo, que el accionista principal se ha encargado de disipar. Los recientes pasos dados por los dirigentes empujan a creer al socio de grada y al seguidor en general que se va por ese camino.
Lo mismo ha ocurrido con esas declaraciones de Juan Carlos Escotet que circularon ayer por los medios, en las que manifiesta firmemente que lo que importa de verdad es “asegurar un proyecto a largo plazo para el club”.
Y con sus palabras ha tratado de sembrar confianza: “Hemos llegado al Deportivo para quedarnos”. Por si fuera poco añadió que “ninguno de los proyectos empresariales que he empezado ha sido vendido. No persigo los beneficios rápidos”.
Se definió como un presidente “un poco raro”, que viene a aportar su experiencia tanto empresarial como deportiva (“la que he adquirido los últimos cuatro años observando el devenir del club”). Avanzó que él no será el protagonista y pidió a los aficionados “que confíen en nosotros porque amamos este club”.
Pues después de esta firmeza en las declaraciones del nuevo presidente habrá que dejar de lado las suspicacias –al menos durante un tiempo prudencial- y seguir con atención los pasos deportivos y económicos que va a tomar la entidad blanquiazul. Como dice Escotet, lo único importante es que “el Deportivo siga creciendo”.