El día del Rayo Majadahonda, en la primera jornada y después del primer empate en casa, pocos fueron los que se marcharon preocupados para casa. Nos fuimos todos chafados, eso sí, porque habíamos sido incapaces de marcar un solo gol y habíamos cedido el primer empate en casa. Pero nos gustó el juego. Nos gustó el Deportivo. Y yo ya escuché a más de uno decir que jugando así no nos iríamos sin marcar en nueve de cada diez partidos. Pero ese día la realidad fue otra. Ese día un chaval de 17 años con la ESO recién terminada y que juega de portero en el Rayo Majadahonda nos dejó el casillero sin estrenar. Y quien sabe, igual el día de mañana ese chaval es un cancerbero de talla mundial y todos nos acordamos de que debutó en Riazor, pero de momento es el mismo chaval al que dos semanas más tarde el Real Unión le metió cuatro goles. En fin, que el portero muy bien, pero a nosotros nos faltó algo más ese día. Eso está claro.
Nos pusimos muy contentos con el 0-3 de Lugo ante un presumible rival por el ascenso, aunque de momento tampoco le va muy bien. Y, a partir de ahí, tres empates consecutivos que a más de uno nos ha hecho pensar si no hay que empezar a preocuparse o tampoco tenemos que ser alarmistas ni ponernos nerviosos tan pronto. En la tercera jornada no hicimos bueno el dicho del día del Rayo Majadahonda de que en nueve de cada diez partidos marcaríamos y nos volvimos a quedar a cero. Empatamos contra un modestísimo equipo que al inicio de esta jornada está de colista empatado con otros dos equipos y encima Lucas cometió un error de principiante. A la siguiente jornada fue Germán Parreño el que ejerció de principiante con su gol encajado y, para terminar estas cinco primeras jornadas, contra el Cornellá más de lo mismo. Su línea de cinco defensas con otra de cuatro delante muy pegada se nos atragantó y nos fuimos con otro empate. Y gracias, porque perfectamente pudieron ellos marcar el 1-2 en un par de contragolpes.
El resultado de todo esto es que ya tenemos el primer puesto nada menos que a seis puntos, que sólo hemos ganado un partido de cinco y que ya hemos empezado a escuchar las cantinelas de que esto acaba de empezar y que queda mucho. Y el problema es que ya son muchos años escuchando lo mismo para luego acabar como acabamos. Y no es por ser alarmista, pero o empezamos a ganar desde ya mismo o esto empezará a ponerse muy complicado. Si en cinco jornadas el Nástic nos saca seis puntos es que hay que espabilar de inmediato. Que lo de jugar bien es una gran cosa, pero yo aún recuerdo la época en la que ganábamos títulos y que había otro equipo de por aquí cerca que decía que hacía el mejor fútbol de Europa pero luego no ganaba nada. Hay que jugar bien, sí, pero lo importante es ganar. Eso está claro.
Y bueno, lo cierto es que yo sigo teniendo fe en este equipo mientras no me demuestre lo contrario. En el lado positivo de estas cinco jornadas veo que tenemos una defensa mucho más solvente que en años anteriores. Que Ximo y Paris por la derecha y Balenciaga por la izquierda mejoran mucho lo de otros años. Que los Pablos centrales pueden darnos mucha tranquilidad. Que José Ángel mejora hasta ahora a mediocentros de otros años. Y arriba… arriba claro que hemos perdido gol, qué duda cabe, pero pienso que Valcarce y Salva Sevilla a pleno rendimiento junto con Lucas con Yeremay y Mella, que esperemos que sigan creciendo como futbolistas, pueden darnos también muchas alegrías. La pena ha sido lo de Barbero, claro.
Esto acaba de empezar, es cierto. Pero también es verdad que cuando se dice eso es porque las cosas no han empezado como se quería.