La marcha de Lucas Pérez del Deportivo llena de incertidumbre el futuro del equipo de Óscar Gilsanz a doce días del cierre del mercado invernal. Son muchos los aficionados que se preguntan qué sucederá si en los próximos días algún club abona la cláusula de Yeremay Hernández, o de algún otro jugador, cuando al campeonato liguero le queda casi la totalidad de los encuentros de la segunda vuelta para llegar a su término. Haya o no alguna salida más, el adiós del futbolista de Monelos obliga a reforzar la plantilla para encarar de la mejor manera posible un campeonato que ya se antojaba duro y que ahora se empina un poco más para los intereses de la entidad blanquiazul, que no es otro que conseguir mantenerse en la categoría de plata del fútbol estatal.
Los acontecimientos vividos en las últimas horas hacen que el enfrentamiento de este sábado en Riazor ante el Levante (18.30 horas) se presente como un exigente test para detectar posibles carencias en la plantilla. Si estas apareciesen ante el actual quinto clasificado, el departamento encabezado por Fernando Soriano deberá actuar con diligencia para hallar soluciones en una ventana de fichajes tan singular como es la del mes de enero, al ser siempre bastante complicado encontrar esa pieza que complete el puzzle y permita alcanzar el rendimiento esperado al principio de la temporada en los partidos que faltan para la conclusión de la presente edición del torneo de la regularidad.
La llegada de un nuevo componente al plantel será como tirar una moneda al aire, ya que uno desconoce cómo encajará en el grupo y lo que tardará en adaptarse al equipo y a la ciudad. Si ese tiempo se alarga demasiado, el futbolista no podrá mostrar las virtudes por las que fue reclutado e impedirá que el rendimiento sea el esperado, lo que provocará una dificultad añadida.
A pesar de lo dicho, el Deportivo saltará al césped este fin de semana con la obligación de mejorar sus números como anfitrión al haber protagonizado once encuentros en su estadio en los que solo ha sumado 13 de los 33 que se han puesto en juego tras vencer tres de ellos y empatar otros cuatro, lo que le hace ser la cuarta formación que menos rendimiento le ha sacado al hecho de jugar en su campo, solo superado por el Cartagena (ocho puntos), Racing de Ferrol (nueve) y Tenerife (doce). A ello se une que ha marcado once goles como local, números que empeoran esos tres equipos y el Burgos, los isleños con un partido menos y los gallegos y castellanos con uno más.