Nada nuevo en el último desplazamiento del Depor, en este caso a Córdoba, de donde fue incapaz de traerse una victoria que le hubiera permitido continuar en la pelea por el liderato. Y eso que se adelantó en el marcador, pero fue incapaz, una vez más, de doblegar al equipo anfitrión. Pese a todo, la noticia más preocupante fue la lesión de Quiles tras una durísima entrada que mereció algo más que una tarjeta amarilla. El delantero andaluz del Depor será operado hoy y todavía no se sabe a ciencia cierta si podría jugar el hipotético playoff de ascenso.
Mientras tanto el entrenador Óscar Cano sigue estirando el chicle barajando las distintas posibilidades de obtener la primera plaza, algo prácticamente imposible visto el rendimiento del equipo fuera de Riazor. La última vez que los coruñeses vencieron a domicilio fue el 19 de febrero -frente al farolillo rojo (Talavera)-, y eso no parece casualidad. Se han probado varios esquemas de juego, distintos jugadores, diferentes tácticas que no ha respondido a la estrategia inicial de sacar adelante esos partidos. Un Club que aspira al ascenso tiene que demostrarlo y ser más eficaz.
El caso es que el RCD deberá esperar uno o más pinchazos de Alcorcón, Castilla o incluso Racing. Muchas coincidencias para justificar una trayectoria dubitativa durante la presente temporada.
En cualquier caso, quedará la opción de obtener la plaza en el fútbol profesional vía playoff en duelos a doble partido en donde el mejor clasificado dispondrá de ventaja de campo en el partido de vuelta. Por esta razón el Deportivo deberá seguir peleando para situarse lo más alto que sea posible a la espera de los posibles emparejamientos.
Esta última jornada deja también un detalle que no ha pasado desapercibido para la grada. Después de la preocupante lesión de Quiles, una persona del Consejo de Administración publicó en redes sociales (Twitter) un post mostrando su enfado por la grave entrada al delantero deportivista. Fue Emma Lustres, seguramente la menos futbolera del grupo de directivos, quien salió a la palestra para defender, no sólo los intereses del Club, sino el lado más humano de una lesión que pudo haber tenido consecuencias nefastas para el jugador.
Resulta paradójico que el Club tenga una política de comunicación tan sumamente fría con sus jugadores y con la afición. Números y más números son las únicas palabras con las que se acercan en contadísimas ocasiones -algunos todavía inéditos en esa función- a un micrófono para comentar la actualidad del Depor.
Bien harían en aplicar aquella famosa frase de Augusto César Lendoiro en la que afirmaba que un club de fútbol no es sólo una empresa sino una empresa de sentimientos.
@pgarcia_ramos