L a FIFA y la UEFA han lanzado una seria advertencia a la Federación Española de Fútbol por la deriva que ha tomado la dirección deportiva y económica de la misma. Consideran los máximos organismos futbolísticos que la intervención del Gobierno de la nación se ha inmiscuido con sus decisiones en las normas que rigen estos organismos, recordemos, de carácter privado.

En un comunicado hecho público hace pocos días, FIFA y UEFA manifiestan una “gran preocupación” por la elección y nombramientos internos que la autoridad política ha tomado y que atacan directamente la normativa a la que el órgano federativo pertenece y que está blindada precisamente por ello. Esta situación se repite después de pasados unos años.

El actual máximo mandatario del Consejo Superior de Deportes se llama José Manuel Rodríguez-Uribes, un antiguo ministro que no hace más que seguir instrucciones políticas y “deportivas”, constituyéndose  en  la correa de transmisión de los deseos del organismo gubernativo. La postura del Gobierno de la nación, en boca del citado representante, transmite que con sus decisiones quiere restituir la imagen del fútbol español. Para ello ha enviado una primera carta de comunicación a ambos organismos, ante la que éstos han manifestado su desacuerdo pidiendo mayores aclaraciones sobre determinadas decisiones que no parecen claras. 

Dos portavoces de la FIFA y la UEFA han amenazado abiertamente con la posibilidad de que España no pueda participar en la fase final de la Eurocopa que comienza el próximo mes de junio, o sea, a la vuelta de la esquina. O eso o que la situación cambie de rumbo y que se note. Los más pesimistas alertan sobre si la sanción irá más allá y también afecte a los clubes, y que no puedan participar en las competiciones internacionales de la próxima temporada. Pero eso aún está lejos.

Todo esto tiene su inicio, naturalmente, en la confusa y vidriosa gestión que ha llevado a cabo el omnipresente Luis Rubiales, que ha hecho saltar por los aires la situación y que, encima, ha hecho sospechar a buena parte del entramado futbolístico de presuntas irregularidades que se irán aclarando con el paso del tiempo. Rubiales, conocido por sus simpatías socialistas y amparado hasta el “escándalo” de Jenny Hermoso por el Gobierno correspondiente, ha sido sustituido finalmente por Pedro Rocha, que ocupaba un puesto destacado en su directiva y al que se le achaca estar en sintonía con el judicializado expresidente. 

Ahora se ha aupado a Vicente del Bosque como posible vínculo de diálogo entre las dos partes. Habrá que esperar lo que da de sí su nombramiento y si su ten con ten surte el efecto para el que ha sido designado.