El Deportivo de Irene Ferreras disputó ayer domingo en el Estadio de Riazor su tercer encuentro de la Liga F ante el Betis. El partido concluyó con el marcador inicial de empate a cero y de esta forma el cuadro herculino pudo llevar el primer punto de la temporada a su casillero tras las derrotas sufridas en las dos primeras jornadas ante el Barcelona (0-3) y el Atlético de Madrid (2-1).
Sin entrar a valorar lo hecho sobre el rectángulo de juego por las blanquiazules y las verdiblancas, lo más sorprendente de lo sucedido en la instalación municipal fue la escasa asistencia al encuentro, 1.493 aficionados, que en comparación con la de hace quince días en el enfrentamiento ante el cuadro azulgrana (7.364) es un mundo.
Es comprensible que el conjunto andaluz no tenga el tirón del catalán, pero la escasa presencia de público en las gradas es motivo de reflexión y más sabiendo que hoy lunes no es festivo, en dicho supuesto podría faltar gente al querer alargar el puente, o que se registrase un día soleado y que muchos optasen por disfrutar de la jornada estival. A lo dicho se une que esta temporada el Consejo de Administración implantó a los abonados un suplemento de quince euros en el carnet para acceder a los partidos del equipo femenino que tuvo un gran éxito al decidir asumirlo bastantes de ellos.
Para acabar otro dato que no conviene obviar y es que en el pasado torneo liguero, en categoría inferior, 7.000 aficionados asistieron a un duelo perteneciente a las primeras jornadas y el del Cacereño, el del ascenso tras vencer por 3-1, fue presenciado por más de 14.000.