Pues ya estamos en el año nuevo. En el 2022. Les tengo que confesar que es una cifra que me da un poco de vértigo. Tengo un montón de recuerdos de los ‘milnovecientos…’ y ahora resulta que ya llevamos 22 años de los ‘dosmil…’. Y como corresponde a estos finales de año, estos días hemos leído infinidades de balances del año de esos que le gusta tanto a la prensa. La prensa generalista hablando del Covid, del volcán de La Palma, de nuestros ejemplares políticos, etc. Y la prensa deportiva pues tres cuartos de lo mismo. Hace pocos días, sin ir más lejos, estuve repasando en uno de esos diarios de tirada nacional los deportistas que habían fallecido en 2021. Era una lista larguísima, de algo más de 70 personas de todo tipo de deportes y épocas. Y claro, resultó que la mayoría de ellos no tenía ni idea de quienes eran a pesar de ser muy laureados en su disciplina. Los campeones de rugby, de polo, de fútbol americano, tenistas de los años 40 de otros países, algunos jugadores de la NBA de los 50… pues ni idea oiga.
Y, por supuesto, he seguido todas las noticias que hacían balance del 2021 de nuestro RC Deportivo. Y la conclusión es la misma. La foto del Depor en este 2021 se divide en dos partes: la de la temporada 2021-2021 con un Riazor vacío y un equipo que no demostraba su calidad más que a cuentagotas. Y la de esta temporada con un estadio felizmente lleno de aficionados, con un equipo que está sorprendiendo dado el desconocimiento que teníamos de muchos jugadores y con una posición en la tabla que nos hace ser optimistas. También tenemos un equipo femenino que acabó la temporada descendiendo a pesar de luchar hasta el último día y que ahora acaba el 2021 en lo más alto y con paso firme para volver a la élite.
Del Fabril no podemos hablar de liderato, pero sí de estar también en buena disposición para luchar por metas mayores. Y, por fin, los juveniles, el Depor de Champions de esta década. Ahí sí que podemos ilusionarnos pensando en lo que pueden llegar a ser estos chicos.
Y no me olvido en este balance anual de las tristes noticias de estos últimos días para el deportivismo.
Por un lado, el fallecimiento de José Luis Aristín, fisioterapeuta durante muchos años del Deportivo. Muy significativa la imagen que publicaron muchos diarios para recordarle: una foto de la presentación del equipo en el verano de 1995 (acabábamos de ganar la Copa) con un estadio lleno hasta la bandera. Y es que en aquellos años, la sola presentación de la plantilla ya era todo un acontecimiento social en la ciudad.
Y del doctor Cobián mucho se podría decir. En mis años de estudiante en Madrid tenía siempre puesto en mi habitación el poster oficial del Depor de cada temporada y ahí estaba él, el otro señor de corbata además del presidente Lendoiro. Otra parte fundamental del Deportivo más exitoso de la historia. La de estrellas del balón que pasaron por sus manos…
Y, finalmente, un hecho que no he leído en ninguna noticia, pero que me topé casualmente en un tweet. El fallecimiento de una hija del ex jugador deportivista Carlos Brizzola. Sin duda, el palo más grande que puede recibir un ser humano. Mi abrazo más sentido para Brizzola.
Y ahora empieza 2022, se me ocurren un montón de deseos para el Depor masculino, para el equipo femenino, para el Fabril, para los juveniles, para el Liceo, para el Leyma… pero no los voy a decir, que luego se nos chafa y nos llevamos un disgusto. Feliz 2022