Nuevo episodio de la saga. Esto de la Federación Española de Fútbol, el TAD, la FIFA y la UEFA es como un serial realizado por una de las mejores productoras de televisión hispanas.
El pasado 17 de julio, tras la disputa de la Eurocopa, los jueces deportivos españoles sancionaban al actual presidente del ente federativo, Pedro Rocha, con dos años de inhabilitación para el cargo que ocupa y 33.000 euros de multa económica. Esta decisión fue tomada tras la denuncia del presidente del Centro Nacional de Entrenadores de Fútbol (entidad independiente que está en constante beligerancia contra todos los estamentos por causa de la no homologación de sus cursos de entrenadores), sobre el irregular despido del ex secretario de la Federación, la rescisión de un contrato externo y el hecho de personarse en la causa penal contra Luis Rubiales.
Toda esta “sintonía” de calamidad gestora en la que se basa la instructora jurídica, fue precisamente lo que le requirieron hacer al señor Rocha, desde el ministerio correspondiente, para salvar su pellejo. Es decir… Hizo lo que le mandaron. Entiendo que ya debería dimitir motu proprio por “pardillo”.
¿Y ahora qué? Pues si no lo remedia alguna solución celestial, la historia se prolongará en el tiempo hasta que haya nuevas elecciones y a las que el presidente sancionado no podrá presentarse. Mientras, el Mundial 2030 por el medio y FIFA y UEFA expectantes, con el cuchillo entre dientes, por si tuvieran que actuar debido a la injerencia del gobierno en asuntos de su competencia. Situación que les genera una honda preocupación.
Cambio de tercio. Ya tenemos al fútbol en ebullición. Los equipos queman sus calorías en la dura pretemporada. Centrándome en este Deportivo, todo indica lo que se venía previendo, una estructura basada en los principales elementos de la pasada campaña. Ningún fichaje, hasta ahora, de alto caché. Ello no quiere decir que los incorporados no tengan capacidad para dar el salto de calidad suficiente para pensar en las mayores metas. El tiempo lo dirá. La categoría es complicada y normalmente los triunfadores son los que logran mantener una capacidad de trabajo y entrega a lo largo de toda la temporada. La famosa regularidad.
Tocando el tema de la concesión de la sede del Mundial 2030, la pasada semana destacaba la poca capacidad de conexión que había en las partes implicadas, locales y autonómicas, para lograr una unidad de acción, me parecía una lacra difícil de asumir. Metiendo el dedo en la llaga, no me sale la formula a aplicar para simultanear las obras del estadio de Riazor y los intereses del Deportivo a nivel competitivo. Imagino que por ahí irán las preocupaciones blanquiazules. No creo que costase tanto iniciar el debate y transmitir tranquilidad, sabiendo que serán tiempos difíciles de llevar y que no quedará otra que adecuarse a las circunstancias.
Punto y seguido. Traté el tema, en su momento, de las dificultades económicas por la que atraviesa el fútbol francés. Ante la falta de interés de las televisiones por hacerse con los derechos de los partidos, la economía de los clubs comenzaba a tornarse de color negro. Pues ya tenemos a un gran damnificado, el histórico Girondins de Burdeos (1881) cerró sus puertas para siempre y ya verán cómo no será el último…
Finalizo. Me preguntaba un amigo sobre cuando comenzarían las obras del campo de fútbol de la Leyma. Le dije que estaba seguro que lo harían cuando comenzasen las competiciones locales. Así es la vida…
Como siempre un placer.