Es un debate de actualidad en el fútbol y que puede extrapolarse a cualquier deporte. ¿Cuánto peso tiene el colectivo y cuánto la calidad individual? Pues la Eurocopa está siendo una buena muestra de lo necesarias que son ambas virtudes para que un equipo llegue a lo más alto.
Voy a poner ejemplos, que siempre son muy útiles. Selecciones como Portugal daban miedo por sus estrellas: Cristiano, Bernardo Silva, Vitinha... Pero a nivel de grupo no ha tenido tanta fuerza, siendo eliminada por un conjunto como Francia, más sólido en este aspecto. Luego están las selecciones que han dado importantes golpes sobre la mesa, como Eslovaquia, Austria y Rumanía, gracias a la solidez colectiva. Pero les ha faltado esa calidad individual necesaria para marcar la diferencia en momentos puntuales... Algo que, por ejemplo, sí tiene Inglaterra con cracks como Bellingham y su famosa chilena frente a los eslovacos.
Con respecto a España, el equipo de Luis de la Fuente tiene un poco de todo. Es su grupo que no se descompone cuando sufre importantes bajas a la hora de afrontar un compromiso tan importante como una semifinal continental. Y, más que estrellas tipo Mbappé o Cristiano, cuenta con un elenco de jugadores (como Lamine Yamal, Dani Olmo, Mikel Merino, Fabián Ruiz, Rodri...) que pueden marcar la diferencia en cualquier momento.
No hay que ilusionarse en exceso, el deporte es imprevisible, pero España lo tiene todo para ganar esta Eurocopa. A ver qué sucede el domingo.