En siete días, de domingo a sábado, ha acabado la marcha triunfal del Depor, con solo dos puntos de seis posibles. El empate en Tarragona entraba dentro de lo normal. Y el de ayer también se puede dar por bueno, teniendo en cuenta cómo se puso el partido. Así que, desde ya mismo y hasta el partido ante el Rayo Majadahonda, surgirá un intenso debate entre los aficionados, confrontando posturas optimistas y pesimistas. Eso de puertas para afuera. Dentro del equipo, toca el tiempo para la reflexión.
No es, ni mucho menos, el mejor momento para volver a la senda de la mediocridad. Evidente que los rivales también juegan, que tienen muy estudiado al Depor y que en cualquier momento te pueden dar un disgusto. Pero después de gozar del fútbol espectáculo de jornadas no tan lejanas, la plantilla tiene que reaccionar.
La igualdad es máxima a la hora de alcanzar la primera plaza. Y solo puede quedar uno. Así que, los deberes para la semana serán recuperar cuanto antes ese fútbol que hizo del Depor un equipo por encima del resto.