Se presentaba un partido interesante en Riazor, con una alineación más o menos esperada y con la sorpresa de Mackay en la portería. Seguía insistiendo Idiakez con Barcia en el lateral, a pesar de que todos sabemos que no es su posición y el equipo no fue capaz de salir de la presión alta desde el inicio,
La tarjeta amarilla a José Ángel en el minuto ocho condicionó mucho al medio del campo y le costó al Deportivo llegar a los dominios de Coke, mientras que las contras del Celta hacían mucho peligro, de hecho ya en el 14’ llegaba una jugada clara para el Celta. De esta manera el equipo recurría al pelotazo de Mackay y a buscar segundas jugadas.
El Celta con la defensa adelantada ahogaba el juego del Depor y en el minuto 31 después de los rechaces llegaba el gol de Pablo que, que ya condicionó el partido e hizo jugar al Deportivo con mucho miedo a una nueva contra del Celta. El equipo no fue capaz de llegar ante un rival que es de los más goleados de la categoría y en jugadas divididas el filial celeste se las llevaba todas. Solo se causaba daño con el juego parado.
En la segunda parte, con cambios, se intentó variar el partido pero no se consiguió. Se intentaron balones colgados, centros, pero Lucas no es delantero centro. Seguimos careciendo de un hombre gol arriba. La primera parte fue mala y la segunda regular. De nada vale hacerlo mal y pedir perdón. Hay que salir a ganar los partidos para dar la primera alegría a la afición esta temporada. l