El titular es la expresión que se puede escuchar en cualquier ámbito deportivo en estos últimos días. Miren que corrieron ríos de tinta y minutos radiofónicos-televisivos sobre las vivencias que viene sufriendo, desde tiempo inmemorial, este Deportivo de nuestros días. Todo indicaba que la situación se agravaría con el paso de las jornadas, sin vías de solución. Pero si mal no recuerdan, les dije puntualmente, que si alguien podía cambiar esta dinámica, sería el propio fútbol.
Este pasado domingo, ante casi 22.000 espectadores (después de sufrir una dolorosa derrota ante un rival directo), se vivió en Riazor la que puede ser la ‘reencarnación’. El equipo ofreció pinceladas sobre lo que puede llegar a ser. Por momentos encandiló al respetable, que no es poco. ¿Las causas de este advenimiento?... Pues que se aplicaron normas que se venían ‘suplicando’ desde muchas vertientes: Jugar para adelante, hacerlo con intensidad y con los jugadores adecuados.
Tuvieron que ser canteranos los que rompieran ese yugo opresivo y se lanzaran a conquistar, de nuevo, el orgullo deportivista sobre el césped. Un grandioso David Mella, de lo que me alegro infinitamente por la cercanía que mantengo con su familia, la cual está atravesando una difícil singladura, conjuntamente con Yeremay, Villares y Dani Barcia, marcaron el camino a seguir.
Espero que la experiencia vivida por el técnico, le hiciera ver lo que se le estaba reclamando… gente de la casa asumiendo responsabilidades, velocidad, empuje y sobre todo carácter. Piezas fundamentales para poder mirar al frente.
El domingo otro duelo de altura. Se visita el césped del eterno rival. Balaídos será escenario de un choque que puede asentar el ritmo de las aspiraciones clasificatorias. Acompañamiento, en masa, de los fieles seguidores, horario televisivo prime time. El proyecto tiene vida y queda realmente lo bueno. Siete puntos pueden no ser nada.
Siempre fue mi idea, que los gabinetes de comunicación correspondientes, asesorasen a los técnicos previamente a las ruedas de prensa. Sobre todo a las de final de partido, cuando uno realmente tiene las pulsaciones en otra dinámica y no se está a lo que hay que estar. Digo esto porque no me gustó lo que dijo el técnico blanquiazul cuando fue cuestionado sobre la magnífica actuación que tuvo Dani Barcia. Alardeó de lo gran muchacho que es, que trabaja muy bien y que se alegra mucho por su destacada actuación. Si se quedara callado en ese momento, fabuloso. Pero quiso incidir más… Sacó a relucir la actuación que tuvo ante el Celta B, dejando un espacio para la interpretación. Cuando, ese día, lo había colocado en una posición que no le correspondía y su propio técnico lo había puesto a los pies de los caballos.
Siguiendo en los despropósitos verbales, Idiakez nos sale diciendo que son humanos y que siguen la clasificación fehacientemente cada jornada. El mismo que cuando venían mal dadas, nos decía todo lo contrario. Visiones resultadistas.
Finalizo con una fiesta del baloncesto. El Leyma disputará este domingo a las 12.30 en Madrid, frente al histórico Estudiantes, la final de la Copa Princesa de Asturias. Intuyo un centenariazo similar al realizado por el Deportivo en el Bernabeu (2001-02). Un momento icónico para situarse en línea de salida y con la mirada puesta en alcanzar grandes metas. Mi apoyo más ferviente. ¡Sí se puede!
Como siempre un placer.