Ya no es una intención, es una realidad. Desde Rúa Nueva, sede central de Abanca, se ha determinado que el Deportivo debe salir de este pozo inmundo que es la Primera Federación y ha elegido a Óscar Cano como mercader invernal.
Será el técnico andaluz el encargado de elegir a los jugadores que apuntalen esta descompensada plantilla y la doten de las cualidades propias de un equipo que opta a lo más alto. Se tratará de traer a jugadores diferenciales, dentro de lo que abra la mano ‘La Propiedad’ (y que deberá ser bastante, dadas las circunstancias), y, a poder ser, que vengan rodados, no como algunos de los futbolistas actuales que parecen todavía en pretemporada. Ojito, van 10 jornadas y esto empieza a no ser jauja.
Las necesidades son obvias. Es fundamental el fichaje de un delantero centro que sepa jugar de espaldas y aguantar el balón, ayudando a sus compañeros en la salida. Soy de las que echa de menos a Miku, al margen de buen acompañante de Quiles, un tipo con mentalidad de Primera División. Esos que no tienen precio. Pero se le dejó marchar.
Y después, las carencias evidentes están en las bandas. Un equipo que pretende ser dominador no puede hipotecar su ataque solo a la ofensiva de sus laterales. Es jugar con fuego y autoinmolarse. Te convierte en un equipo nimio en vanguardia y vulnerable en retaguardia. Un desatino.
Y para terminar, y es un runrún que me invade, creo que Óscar Cano optará también por la incorporación de un mediocentro, un ‘6’ clásico. Bergantiños no es demasiado de su agrado, Olabe anda flojo y Villares tiene que volar y brillar por otras partes del campo.
Y como he dicho líneas atrás, será Óscar Cano el encargado de llevar las operaciones adelante. Las figuras de Rosende y Giménez quedarán así un tanto relegadas a tareas de apoyo. Por activa o por pasiva, la secretaría técnica del Deportivo no se acaba de asentar.
El que sí tiene experiencia, tanto de técnico como de director deportivo es Cano, el mismo que desborda ilusión, buen currículum, trato cercano con el jugador, verbo fácil y…. cierta distonía en su discurso. Tiene la mecha corta, busca soluciones rápidas, las encuentra en su lúcida mente, pero esa misma cualidad le mata cuando se muestra incapaz de filtrar.
Me consta que sabe que se equivocó en sus declaraciones post-Castilla, pero tengo mis dudas sobre que no vuelva a caer en errores similares. En términos de andar por casa, es un poco ‘bocas’. Pero eso ya lo sabía medio fútbol español antes de ficharlo.
Salud y suerte!