Parece mentira, pero han pasado ya 30 años desde que el CP Mérida (desaparecido en el año 2000 y refundado ahora como AD Mérida) visitara por primera vez Riazor. Fue el día de Reyes de 1993 y venía a jugar la vuelta de la eliminatoria de la Copa del Rey tras ganar 1-0 en su estadio unas semanas antes.
Esa temporada, la 92-93, fue la del inicio del Super Depor. Nuestra segunda temporada en Primera tras el ascenso de 1991 y la primera en la que le jugamos de tú a tú a los grandes y hasta les derrotábamos en Riazor.
Habíamos empezado la temporada como cohetes, ganando los cinco primeros partidos y sorprendiendo a todo el mundo incluidos nosotros mismos.
Fuimos líderes durante unas cuantas jornadas y cuando nos lo quitaron por no ganar durante tres partidos no desfallecimos y volvimos a la senda de la victoria y recuperamos el primer puesto.
Al final quedamos de terceros, peleamos la liga hasta el penúltimo día y fuimos la sensación de España y Europa durante todo el año. Un año inmensamente feliz, sin duda.
Bueno, pues en medio de esa maravillosa temporada recibimos la visita, por primera vez -que yo recuerde-, del CP Mérida.
En la liga veníamos de una racha impresionante ganando cuatro partidos seguidos: 0-3 en Las Gaunas, 3-0 al Athletic, 0-2 al Zaragoza y aquel 3-0 al Español con hat trick de Bebeto con un tercer gol que muchos jamás olvidaremos.
En el partido de ida el Deportivo había perdido por 1-0. Pero no le dimos mucha importancia. En la anterior eliminatoria habíamos empatado a uno con el Horadada y luego en Riazor les habíamos metido nueve goles. Vamos, que tal y como estábamos y siendo el Mérida un equipo de Segunda, la remontada parecía cantada.
Y allá que nos fuimos muchos a Riazor aquella tarde de Reyes de 1993.
Habían pasado solo tres días desde la exhibición de Bebeto ante el Español y teníamos ganas de más fiesta. En la alineación, pues lo de siempre, llega la Copa del Rey y se pone a los jugadores menos habituales.
El primero en la portería, que es lo más común, jugó Yosu por Liaño. También jugaron Antonio, José Ramón, Villa y el búlgaro Kiriakov, uno de los héroes de la promoción ante el Betis y que ese año, con Djukic, Mauro y Bebeto por delante, había quedado relegado al papel de cuarto extranjero y casi ni jugó en toda la temporada. Más adelante acabaría jugando en el Mérida, curiosamente.
Y entre las ausencias, pues las más destacadas fueron las de las dos grandes estrellas, Bebeto y Mauro Silva, además de Fran.
Bueno, pues empezó el partido y durante la primera parte el Depor no fue super ni nada por el estilo. El Mérida se encerró muy bien y las ocasiones deportivistas brillaban por su ausencia. Eso de dominar, tener ocasiones claras y pensar que el gol era cuestión de tiempo no se veía por ninguna parte.
Tanto es así que Arsenio tuvo que realizar los dos cambios reglamentarios en el descanso y sacar a Fran y a Bebeto al campo. En la segunda parte Djukic consiguió abrir la lata e igualó la eliminatoria. Pero ni en la media hora restante de partido ni en la prórroga posterior consiguieron los blanquiazules marcar ningún gol más.
Y ya luego en los penaltis ganó el Mérida por 3-4. Aquel Super Dépor que nos estaba haciendo vivir un cuento de hadas quedó eliminado en las primeras eliminatorias de Copa.
Ese día el súper fue el Mérida. Aunque eso sí, esa eliminación nos disgustó cuatro días nada más. Al domingo siguiente ganamos 0-3 en Cádiz y nos volvió esa felicidad que vivimos durante casi toda la temporada.
La 92-93. Esa temporada en la que veía la clasificación de Primera y me pellizcaba porque no me lo creía. Ahora llevo tres años en los que me pasa lo mismo. Pero el pellizco no es de felicidad.