Si el Depor es capaz de sacar un resultado positivo en Talavera, la mala sombra de los últimos meses podrá haberse esfumado. Todo habrá quedado en una crisis temporal y lógica en una temporada larga. Ojalá sea así y la tranquilidad vuelva a asomar en nuestros corazones deportivistas.
Pero me asalta una duda. Una especie de sinsentido que espero sea un run run que se quede en mi persona y no tenga recorrido. Os cuento. Parece como que los jugadores han recuperado su estabilidad y dicho adiós a la ansiedad gracias a que se han quitado la presión de ser primeros de grupo y de tener la respiración del Racing de Santander en el cogote. Manifiestan estar más tranquilos y más centrados en su propio juego.
Pues qué quieren que les diga, yo valoro estás declaraciones de negativísimas, de peligrosísimas, y de poner los pelos de puntísima. No entiendo que un colectivo funcione mal cuando va primero y con un colchón (el play off) que valide su objetivo, y prefiera que le superen y quedarse solo con una opción que pasa irremediablemente por un play off decisivo, a cara de perro y en tu propia casa, Galicia. Toma presión!
Ser jugador de fútbol lleva acarreado muchos privilegios y otras muchas cargas. Una de ellas es la presión. Doy por sentado que un futbolista que no aguanta bien esa presión no es, en definitiva, un buen futbolista. Jugará muy bien al fútbol, pero cuando se le espera no aparece. Un bluff.
Espero que nuestros jugadores, ya que no cuentan con un psicólogo de club, se estén preparando individualmente para la ocasión. Sinceramente no entiendo la no existencia de esa figura dentro del Deportivo. Eso me recuerda que Guardiola en el City o Mikel Arteta en el Arsenal cuentan incluso con un astrólogo para conocer el estado cósmico del jugador el día de partido.
No sé si hay que llegar a tanto, y son excentricidades de los divos, pero sí creo fundamental el apoyo psicológico a un grupo ante un objetivo determinado y puntual. Y qué quieren que les diga, yo Depor no dejaría esa vital labor en manos de Borja.