Secho: “Había diferencias con la parcela deportiva que veía insalvables”
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Secho: “Había diferencias con la parcela deportiva que veía insalvables”

Secho: “Había diferencias con la parcela deportiva que veía insalvables”
El extécnico del Bergan, en la banda de As Eiroas | RAÚL LÓPEZ - DB

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Semanas después de lograr el ascenso a Segunda Federación con el Bergantiños, José Manuel Martínez ‘Secho’ (Porto do Son, 1977) valora una temporada muy exigente desde el punto de vista mental, en la que tuvo que lidiar con la presión que implica el favoritismo. Pone en valor su trabajo tras encontrarse una plantilla con jugadores que no se conocían entre sí y habla de las razones por las que no prolongó su estancia en Carballo pese a conseguir el objetivo para el que fue contratado el verano pasado.

 

Finalmente llegó el ascenso y con gran solvencia. ¿Qué valoración haces de la temporada?
Muy positiva, con el tiempo se valorará todavía más. Vemos estos días en los playoffs de ascenso la capacidad que tienen los equipos, y los números en este caso lo dicen todo.

 

Os costó arrancar, pero luego llegaron 26 partidos sin perder. ¿Cuál fue la clave?
Hay que poner en contexto de donde venía el Bergan, de un año difícil en el que descendió. Había que construir un equipo más o menos rápido y se hace prácticamente nuevo. Cuesta arrancar porque los jugadores no se conocen entre ellos y esto va de conocerse. Creo que con el tiempo ese conocimiento va avanzando y siendo mejor, y creo que la clave está en hacernos como equipo en todos los sentidos, tanto a nivel de juego como de funcionamiento. Poco a poco se van asimilando los roles, todos los jugadores venían de jugar mucho y la mayoría estaban contrastados en la categoría, entonces tocaba asumir que necesitábamos ser un equipo, que 16 jugadores participarían mucho, ser solidarios, encontrar los mejores mecanismos, el espacio para dar libertad a los jugadores que debían tenerl, etc. Y luego pensar en el día a día, teniendo muy claro cuál era el objetivo, centrarnos en cada partido y atender a las necesidades de cada rival. Todo ello siempre con la idea de generar esa mentalidad de equipo que fuera creciendo a medio-largo plazo.

 

¿Por qué considerabas que debías darle libertad a ciertos jugadores?
No sé si la palabra es libertad. Teníamos muy buenos jugadores a nivel individual, pero en este deporte nadie juega solo. Cada jugador tiene una esencia y hay algunos que viéndolos y conociéndolos necesitan recorrido, moverse, cambiar de posiciones. Era cuestión de reconocer esos momentos manteniendo un orden. Todo eso es lo que cuesta, un poco mentalmente que sientan que no van a estar encorsetados y que van a ser ellos los que tomen las decisiones.

 

Con el gol ante el Paiosaco viste que lo teníais, ¿o tú hasta que está hecho matemáticamente no bajas la guardia?
Ahí todavía no. Fue un partido importante, que nos daba tranquilidad, porque quedábamos bien posicionados. En el tramo final ha habido dos partidos clave, el empate contra el Betanzos a última hora y los triunfos ante Silva y Sarriana de forma consecutiva en una semana de dos partidos. Luego hasta que está todo hecho a mí tampoco me gusta pensar mucho más, porque en fútbol hemos visto de todo. Fuimos lo suficientemente humildes como para respetar la categoría y saber que para jugar en la siguiente había que demostrarlo. La gente cree que esto es fácil, y para nada.

 

¿Cómo fue el día del ascenso? Ante un Ourense que está mostrando ahora en la fase de ascenso su poderío.
Estábamos muy mentalizados de que necesitábamos un gran partido, estuvimos muy centrados y luego ya soltamos toda la tensión de todo el año, tratando de celebrarlo al máximo con toda la gente del Bergan. Fue en casa además, un día fantástico.

 

El equipo remontó (o ganó) muchos partidos en los últimos minutos. ¿Qué mérito hay que apuntarte a tí por las correcciones sobre la marcha?
El mérito en este deporte es siempre colectivo. Está en que entre todos, cuerpo técnico y jugadores, hemos intentado constantemente buscar soluciones e inculcar la mentalidad de trabajar los partidos hasta el final. De hecho, ese es un hándicap que tuvimos, que parecía que teníamos que resolver los partidos en la primera parte. Eso es irreal, completamente irreal. Hay que saber convivir con todo esto. Convivir con lo externo fue también una clave del éxito. Pensar que en la primera parte tienes que tener resuelto el partido es inentendible. El mérito está en saber encontrar los momentos para ganar el partido, mantenerte dentro de él, gestionar la dificultad, buscarlo hasta el final… Esa mentalidad la teníamos y supimos utilizar a todos los jugadores. El equipo es el que sale de inicio y termina, lo importante es la profundidad de plantilla y aceptar los roles.

Es irreal pensar que teníamos que resolver los partidos en la primera parte

 

En otra entrevista comentaste que se os exigía mucho. ¿A qué te referías?
Parecía que nada llegaba, que teníamos que ganar por una diferencia amplia de goles, hacer un fútbol que gustara a todo el mundo, etc. Es un poco hablar por hablar, porque todo eso no es real. Tienes que convivir con todo lo que se genera. Cuando entrenas a un equipo que el objetivo es ser campeón es difícil y siempre tienes que intentar buscar soluciones. Para resumirlo, la dificultad de entrenar al Bergan es que es todo o nada. De cara al exterior, no de cara a lo que yo pueda pensar o como nosotros internamente lo podamos gestionar. Era un todo o nada, y cuando es un todo o nada es difícil, muy difícil (ríe), porque no compites solo, y hay muy buenos equipos en la categoría. Tres como mínimo que optaban un poco a lo mismo.

 

En ese sentido, ¿es ingrato ser el entrenador del máximo favorito?
En ese sentido sí, pero a mí dame equipos en donde pueda ser el máximo favorito, porque quiere decir que tienes muchos aspectos positivos, entre ellos lo más importante, que vas a tener muy buenos jugadores, y eso es la clave de esto, siempre y cuando seas capaz de construir un buen equipo.

 

Ese ruido externo y presión extra, ¿desde dónde crees que venía?
Supongo que de las expectativas generadas. Del club y externas. Incluso a los rivales a veces se lo hemos puesto fácil ahí, ya que parecía que los otros no tenían esa presión. No es exactamente así, porque en Ourense o Vilagarcía también tuvieron que gestionar un poco ese tema. Viene un poco del objetivo tan ambicioso que se marca el club, que es todo o nada, y de todo lo que se dice en el exterior. El Bergan por supuesto que tenía muy buenos jugadores, pero creo que la UDO, Arosa y Gran Peña tenían grandes plantillas.

 

¿Cómo trataste de sobrellevar esa presión?
Centrándote en lo que tienes que hacer, en las ideas futbolísticas, en las relaciones entre los jugadores, en los objetivos a corto plazo y teniendo una visión a medio y largo plazo.

 

¿Pudiste implantar la idea de juego que tenías en pretemporada o por como es Tercera tuviste que ir adaptando constantemente?
Creo que ese es otro debate poco real, tramposo o un poco partidista. Es decir, evidentemente se trabaja y entrena con ideas, pero en un deporte como el nuestro cualquier equipo tiene que saber que hacer cuando dispone de la pelota, en el momento de la pérdida, la recuperación y en la fase defensiva. A partir de ahí hay unas contingencias externas que determinan. De nuestro campo no hemos dicho nada en todo el año porque sería una excusa y poco inteligente al ser el que íbamos a tener, pero eso no quiere decir que ignoremos que no beneficia para jugar al fútbol. Creo que para el año lo van a cambiar y eso va a ser una ventaja muy grande. Luego hay factores en la categoría como los campos o la climatología de Galicia que claro que te tienes que adaptar, porque no te queda otra. La idea de trabajo la tuvimos y fuimos por esa línea, pero también requiere tiempo. No es lo mismo la próxima temporada, donde ya hay una base y supongo que continuarán suficientes jugadores.

 

¿Cuál fue para tí el peor y el mejor momento?
Ha sido un año intenso por muchos motivos y de gran aprendizaje. Ha habido muchos aspectos positivos, satisfacción del trabajo realizado Me pone muy contento que nos costó un poco el inicio, pero al final conectamos muchos los jugadores y el cuerpo técnico. Nos sentíamos muy cómodos, porque cualquiera habría jugado de lateral izquierdo y de buenas formas. Muchos de ellos lo hubiesen hecho sin ningún problema. Partiendo de donde empezamos, eso es lo que me da una mayor satisfacción.

Ha sido un año muy intenso por diversos motivos y de mucho aprendizaje

 

¿De quién fue la decisión de no continuar?
La decisión como tal se toma no hace muchos días, pero uno va analizando todo el año lo que va sucediendo. Digamos que es una decisión conjunta en cuanto a que sé que el club tenía intención de que yo continuara y yo también podía tener esa intención e ilusión, pero cuando empiezas un proyecto nuevo todo tiene que estar muy claro, los depósitos de confianza tienen que estar a tope, y yo veía que sobre todo con la parcela deportiva había unas diferencias de criterio que consideraba insalvables, difíciles y que no eran lo óptimo ante de empezar. En ese sentido también estoy muy contento de que creo que es lo mejor para todo, y fundamentalmente lo mejor para el club. Y ya mirando hacia delante, la página del Bergan con todo mi agradecimiento y cariño está cerrada, y pienso ya en lo que viene. Desearles lo mejor.

 

¿Qué perspectivas de futuro tienes?
Estoy abierto a todo, no me cierro a nada. A salir, a entrenar cerca o lejos, a hacer diferentes funciones... Voy a ver que va saliendo. Lo que sí creo es que cada vez voy eligiendo mejor lo que quiero y lo que no quiero. Lo importante es escuchar y veré si encajo o no, que luego tampoco lo sabes hasta que las cosas discurren (ríe), pero la experiencia me va dando más claridad a la hora de saber lo que uno quiere.

 

Una curiosidad para terminar, ¿Disfrutas más como ‘profe’ o como entrenador?
Me gusta mucho dar clase, pero entrenar también. Estar en el verde con los jugadores e incluso cada vez disfruto más la dirección de los partidos.

Secho: “Había diferencias con la parcela deportiva que veía insalvables”

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