Debut en Primera y en Copa del Rey con el Deportivo. Goles en aquel Montañeros que sorprendió en Segunda B. Bundesliga austriaca con el Wolfsberger y el Admira Wacker. Leganés, Real Avilés, Coruxo, Boiro, Bergantiños, Silva, una segunda etapa en el Montañeros, As Pontes y, como último baile, Paiosaco. Es la trayectoria de Rubén Rivera (A Coruña, 1985), un hombre que no se ha aburrido con esto del fútbol y que este fin de semana demostró que mantiene intacto el olfato goleador. Eso sí, el paso de los años le lleva a asegurar que está en el tiempo de descuento de su carrera.
“Lógicamente cuando marcas siempre sientes felicidad. Llevaba mucho tiempo sin hacerlo”, destaca Rubén sobre el gol que supuso el triunfo ante el Arzúa, el primero que logra en este año 2024.
“Del Paiosaco se espera que esté en la zona alta, entonces te metes presión y ahora buscamos enlazar un par de victorias que nos den confianza”, explica el delantero, que entiende que el ascenso a Tercera Federación es un objetivo, pero no una obligación.
Sobre su rol de este año, dice: “Estoy para colaborar con mi experiencia. Otros delanteros del equipo tienen más velocidad y A Porta Santa es un campo grande donde a mí me puede costar más aprovechar los espacios. Ahora soy otro tipo de jugador y la clave es aportar cada uno en el contexto de partido que le beneficie”.
Se decantó por el Paiosaco por el ambiente del equipo y la cercanía. Una decisión que tiene su importancia, pues se va a retirar ahí. “Ya se nota la edad. Si juegas en otra posición te lo puedes llegar a plantear, pero un delantero tiene que estar haciendo desmarques, dando opciones y la velocidad es fundamental. En mayo cumplo 40 años y voy a tratar de disfrutar al máximo porque esta es mi última temporada”, asegura.
Intentará saborear partidos como el de este fin de semana, contra el Montañeros. "Está a un nivel muy alto y me alegro de que le vayan las cosas muy bien. Es un equipo muy bien trabajado y que va a ser difícil porque tiene Visma muy dominado, pero podemos competir perfectamente”, analiza.
“Los conozco a todos. Pape está en un momento que le entra todo y tiene un nivel físico que sobresale en la categoría, Cano o Nano también aportan muchísimo, etc. El que más carencias tiene es mi amigo Mauro”, bromea entre risas.
Será especial para él, pues vivió dos etapas, destacando la primera en la categoría de bronce. “Disfruté muchísimo. Éramos un equipo con un juego muy bonito, que hacía disfrutar a la gente. ¿Sabes cual fue la pena? Duró poquito”, rememora.
Por último, escoge sus 19 goles con el Monta en Segunda B y el debut con el Dépor como sus mejores momentos.