Presidente del CD Calasanz
El Club Deportivo Calasanz es uno de los gigantes del fútbol modesto coruñés. El club, conectado plenamente con el Colegio Calasanz, no cuenta con equipo sénior y está centrado en la formación para “prolongar la acción educativa fuera del aula”, como reza su página web. Rubén Puga Alonso (A Coruña, 1951), su presidente desde 2011, destaca el crecimiento desde la creación de la Escuela de Fútbol en 2007 y espera que el Calasanz siga “formando personas a través del deporte”.
¿Cuánto tiempo llevas vinculado al Calasanz?
Mi relación con el Calasanz empezó en el año 1982 perteneciendo al comité del torneo de futbito, que es un torneo intercolegial que hacemos desde hace muchos años. Este año fue la 40 edición. Luego entrené en la temporadas 1987/88 y 1988/89 y quedamos campeones de infantiles ganando en la final al Deportivo. Volví como entrenador en la 2005/06 como entrenador del Juvenil de Nacional y ascendimos a División de Honor Juvenil, que fue la primera vez que lo conseguimos. A partir de ahí he sido coordinador, vicepresidente y cogí la presidencia en el 2011.
¿Cómo nació tu relación con el Calasanz?
Soy profesor de un colegio y fue a través de personas conocidas, sobre todo compañeros del Calasanz que me invitaron de alguna manera a este torneo. Después en la 87/88 me puse a entrenar porque mi hijo jugaba al fútbol.
¿Ha cambiado el club desde tu llegada a la presidencia?
El club ha crecido desde que hemos creado lo que es la Escuela de Fútbol del Calasanz. Desde el 2007, que fue la creación de la Escuela, ha crecido mucho en todas las categorías.
¿Cuántas equipo y licencias tiene el Calasanz aproximadamente?
Nosotros movemos alrededor de 450 niños y niñas en fútbol. Luego tenemos otra actividad dentro del club que es el baloncesto. En baloncesto tenemos 80 niños y niñas. En la Escuela (F8) tenemos 16 equipos más los biberones y en fútbol 11 tenemos ocho equipos. En total, en futbol tenemos 24 equipos más los pequeños, los biberones. Y en baloncesto tenemos 8 más los ‘babys’.
¿Cuáles son los frentes abiertos que tiene el club?
El mayor problema, ya no solamente del Calasanz, sino del fútbol modesto coruñés, es la falta de instalaciones. Desde hace unos años tenemos dos instalaciones menos y hay un mayor número de equipos. Desapareció el campo de A Grela 2 y el campo de Eirís es una incógnita. Tras la desaparición de A Grela 2, que nos habían prometido de alguna manera que iban a hacer otros campos, que iban a hacer uno en la Fábrica de Armas, pero eso de momento no ha salido ni se sabe nada de ello. Los recursos que tenemos en la ciudad, a nivel de instalaciones dentro del futbol modesto, son muy limitados. Después hay otra serie de campos como el del Calvo Sotelo, que pertenece a la Diputación y que podría valer para fútbol 11 si le ponen un césped artificial. Luego estaba prometido otro campo en la Fábrica de Armas. También tenemos aquí el campo del Carmen, en Ciudad Escolar. Es de tierra pero se podría poner césped artificial. También tenemos el campo de Elviña de la Universidad, que prácticamente no se utiliza, y el de la Zapateira. Con la cantidad de equipos que hay es un problema. Además, el campo de Elviña ya ves como está. Hay que pagar para entrenar y está en unas condiciones pésimas. En cualquier momento allí no se puede jugar.
¿La única solución es hacer más campos?
La solución es que las administraciones se mojen. Tanto el Ayuntamiento como la Diputación, la Xunta, la Federación... Tienen que hacer más campos y aprovechar los recursos que podemos tener de los campos que dije antes. Calvo Sotelo, Fábrica de Armas, que podrían hacerlo allí, la Zapateira, el campo de Elviña de la Universidad, que es algo que no entiendo, que allí no se juega a nada. Es una pena no poder utilizar esas instalaciones.
¿Qué objetivos tiene marcados el club?
Nuestro objetivo mayor es que los niños y niñas hagan deporte. Nuestro objetivo es que los valores académicos estén unidos con los deportivos. Que nuestros jugadores vean la actividad deportiva como un camino para fomentar las relaciones de amistad y compañerismo siempre realizando la práctica deportiva que a ellos más les guste. El Calasanz lleva más de cuatro décadas formando personas a través del deporte y la infinidad de deportistas que han pasado por el club hablan, no solo de la parte deportiva, sino también de los valores humanos. Queremos continuar por este camino, creyendo en el deporte y creando personas para el día de mañana.
¿Cómo te gustaría que fuese reconocido el Calasanz?
El club es conocido porque estamos dentro del colegio Calasanz. Nosotros ofertamos las actividades de baloncesto y fútbol dentro del colegio. Aunque somos un club deportivo, donde también podemos captar niños y niñas de otros centros, la mayoría de los niños y niñas que tenemos son del colegio, casi un 80 por ciento. El otro 20 por ciento son sobre todo niños de nuestra zona, de los Rosales. La idea es seguir ofertando estas actividades y creciendo dentro de nuestras posibilidades.
El Calasanz no tiene equipo de modestos. ¿Se quiere recuperar?
Intentamos crearlo pero no tuvo continuidad. La idea era que los jugadores tuvieran continuidad en el club cuando acabaran la etapa de juveniles. Pero como el nuestro Juvenil siempre estuvo en Liga Nacional o División de Honor, los jugadores no se quedaban y se iban a equipos de mayor categoría, Preferente o Tercera. Desde siempre nos hemos dedicado a las categorías inferiores y de momento no está en nuestras ideas la creación del equipo modesto.
¿En qué punto está el club respecto al fútbol femenino?
No nos hemos planteado hacer equipos de fútbol femenino. Nuestras niñas, al estar en la Escuela, participan en la actividad con los niños y juegan en los equipos con los niños. Hasta la categoría infantil hay niñas que juegan con los equipos de infantil. A partir de ahí, las derivamos a clubes de Coruña, sea el Victoria o el Orzán, que tienen equipos de fútbol femenino. En base sí tenemos equipos de niñas en todas las categorías.
¿Cuál es la situación económica del club?
A día de hoy no debemos nada a nadie. Tenemos una persona ahí, que es Domingo Astray, que lleva la relación de tesorería estupendamente bien. En función de las ayudas que tenemos de dos empresas, que son Método Construcción y Aceites Abril, y gracias a las subvenciones de la Diputación, la Xunta y la Federación, además de la cuota que pagan los niños, nos mantenemos. Estamos al día.
Algunos clubes de la AFAC lamentan que haya tanta diferencia de número de licencias entre unos y otros.
Al ofertar la actividad en el colegio, tenemos que coger a todos los niños del colegio. Entonces no le podemos decir a un niño o niña que no se anote. Los niños lo que quieren es participar y jugar. En las categorías de la Escuela sí tenemos muchos equipos, pero de cadetes para arriba tenemos un A y un B. Decirte también que hemos intentado varias temporadas la cesión de jugadores y entrenadores con varios clubes de Coruña pero no resultó. Los padres lo que quieren es que los niños jueguen con el Calasanz. Por otro lado, me gustaría destacar que somos uno de los clubes que más jugadores ha aportado al Deportivo en los últimos tres años. Y además el equipo prebenjamín se ha proclamado este año campeón gallego y campeón del Mini Teresa Herrera.
¿Qué le aporta al Calasanz formar parte de la AFAC?
La relación con la AFAC es muy buena. La labor que hace para los clubes de Coruña es fundamental. Sin ella habría clubes que no podrían sobrevivir. El trabajo de la junta directiva de la AFAC, cuyos directivos también son directivos de sus clubes, es duro e incómodo. Tienes que buscar fondos, hablar con las instituciones, luchar por las instalaciones... Siempre he defendido que es una asociación modelo dentro del fútbol gallego. Me descubro ante ellos.
Lo digo con franqueza, estoy buscando sustituto o sustituta
Rubén Puga reconoce que su intención es dar un paso a un lado de cara a la presidencia aunque destaca las dificultades para encontrar un relevo debido a la dedicación que exige un puesto directivo en un club como el Calasanz.
¿Cómo ves tu futuro y el del Calasanz?
Te lo digo con franqueza, estoy buscando sustituto o sustituta. Por temas familiares paso mucho tiempo en Madrid y por lo tanto estoy intentando encontrar a alguien pero no es fácil para los equipos de fútbol base encontrar gente para puestos directivos. Hay que dedicar mucho tiempo y tiene sus responsabilidades. Gracias al grupo humano que tenemos, que somos ocho directivos más los coordinadores correspondientes por categoría, me permiten de alguna manera seguir ahí, pero mi continuidad es limitada por esos asuntos familiares.
¿Después de más de una década de presidente, ¿has disfrutado estos años o los has sufrido?
Soy una persona de fútbol base. He sido entrenador, he sido seleccionador gallego en todas las categorías y desde siempre he estado metido en el fútbol base. Entonces no se puede decir que es un problema, es un vicio que tengo adquirido desde hace muchos años (risas). Mientras pueda y el cuerpo y el tiempo me lo permitan, seguiré colaborando dentro del club, aunque no sea presidente, y seguiré aportando lo que pueda dentro del fútbol base en Coruña.
¿Hay gente joven dispuesta a recoger el testigo de la presidencia del club?
Lo veo complicado en gente joven. Más bien buscamos una persona edad de 40-50 años, cuyos hijos hayan jugado en el club o que ya estén en edades que les permitan tener suficiente tiempo para atender al club. He hablado con dos o tres personas y se lo están pensando, pero el club va a tener continuidad en base a la gente que estamos. La presidencia solo es un título que figuras ahí. Haces de todo y más que nada es la responsabilidad que tienes.