Rodri Parafita (Cerceda, 1998) fue el hombre más destacado del Silva en el empate contra el Barbadás. Sus dos goles en el tramo final sirven para que el equipo coruñés siga invicto y en la segunda posición.
“Acabó mejor de lo esperado. Queríamos proponer y llevar el peso del partido, algo que conseguimos, pero nos mataron con el balón parado y sus contraataques en la primera parte. Tenían mucho poderío por arriba y no supimos defender correctamente las acciones de los goles”, analiza.
Rodri describe los goles, algo que permite ver el contraste entre ambos: “El primero fue muy bonito, ya que inició con una buena combinación desde centrales, con Lema sacando el balón. Después Mosquera me dejó solo delante del portero con un pase filtrado y ahí ya golpeé arriba. El segundo fue una sorpresa. Me gusta ir a rematar y suelo encontrar espacios para estar solo, pero como era un centro muy pasado quería meter el balón otra vez hacia la zona del área pequeña y en esas le hice una vaselina al portero sin querer”.
“Sentí una gran alegría, pero creo que por encima de todo debemos valorar el punto. El año pasado, cuando estaba en el Paiosaco, nos ganó el Bergantiños en el descuento y luego nos faltó haber sumado ahí para salvarnos”, enfatiza.
El lateral izquierdo destaca a la afición. “Me encantó ver la grada con tanta gente, sobre todo niños animando. Cuando marcamos tenía claro que podíamos hacer el segundo, aunque luego tardó en llegar”.
Pese a la gran situación clasificatoria, mantiene los pies en la tierra: “ojalá podamos conseguir los máximos puntos posibles, pero lo primero es lo primero y somos conscientes de que al ser el equipo con menor presupuesto de la categoría la salvación es el objetivo”.
Rodri estuvo en Estados Unidos buscando dar el salto al profesionalismo y explica por qué no se dio el año pasado su fichaje por el Silva y sí ha llegado ahora. “Tras no ser seleccionado en el Draft de la MLS tuve opciones de jugar en una categoria mas alta en España, pero ya llevaba muchos años fuera y quería estar tranquilo. Lo primero que hice fue llamar al Silva y aunque no se pudo dar en invierno porque la plantilla estaba completa, ya sabia que el entrenador y Chechu estarían encantados de ficharme este verano”. Un Silva que ha compaginado con su aventura norteamericana y al que ya considera un equipo “especial” para él.
Parafita explica que aunque ahora juega de lateral izquierdo, es un jugador polivalente que en Estados Unidos partía como central en una línea de cinco defensas y que la temporada pasada llegó incluso a probar como delantero en el Paiosaco o en su etapa como canterano del Dépor.
Por último, con respecto a las perspectivas de futuro que tiene, explica: “ahora mismo estoy haciendo mi tercer máster en A Coruña y jugando en el Silva. Estoy encantado sin tantos desplazamientos y en España no tuve oportunidad para ir a categorías superiores, por lo que no hay mejor club que este para disfrutar de la Tercera Federación”.