“Las segundas vueltas siempre son más complicadas porque los equipos ya se están jugando algo, ya sea ascender, descender, mantenerse...”, declaró recientemente Laura Fernández, delantera del Deportivo Abanca, en una entrevista a este diario concedida en medio de un contexto de continuos pinchazos de los candidatos al ascenso a Primera División contra clubes que actualmente ocupan puestos de descenso.
Sin ir más lejos, el Deportivo Abanca viene de empatar en su visita al Granadilla Tenerife B (0-0), equipo que marca el descenso. El ejemplo del equipo coruñés, segundo clasificado y dueño de la plaza de ascenso directo debido a que el líder es el Barcelona B, no es el único en un panorama en el que los primeros clasificados siguen tropezando ante equipo que a priori son inferiores.
Desde que comenzó la segunda vuelta ha habido nueve partidos entre candidatos al ascenso y equipos de la zona de descenso que no han terminado con victoria del favorito.
Dejando a un lado el Barça B, que visita el sábado Abegondo (12.00) en un racha espectacular sin tropiezos demasiado inesperados, el resto de clubes de la parte alta han desperdiciado oportunidades en partidos asequibles.
El Cacereño, tercer clasificado, empató el pasado fin de semana frente al Córdoba, penúltimo (1-1), y además también perdió en esta segunda vuelta frente al Fundación Albacete (0-1), que no está en descenso pero se encuentra en la décima posición con seis puntos más que la zona roja.
Por su parte, el Eibar, que es cuarto con los mismo puntos que el Cacereño, también solo pudo sumar un punto frente al Granadilla B (1-1) en su propio feudo en la jornada 21.
Osasuna, quinto clasificado, comenzó la segunda vuelta con un traspié en su visita al Athletic B (3-3) y volvió a tropezar tres jornadas después ante el Granadilla B en casa (0-0).
Granada (6º), DUX Logroño (7º), AEM (8º) y Espanyol (9º), equipos que en mayor o menos medida tiene opciones de ascenso, ya sea de forma directa o vía playoff, también han sufrido varias sorpresas inesperadas en la segunda vuelta de una liga que, después de la reestructuración de categorías, se ha convertido en imprevisible debido al aumento de competitividad.
Laura Fernández también analizó ese aspecto en la entrevista reciente: "A mí me parece que el hecho de que una liga sea competitiva es bueno para todas. Es bueno que no haya tanta diferencia entre un primero o un último y que cualquier equipo te ponga las cosas difíciles. Es bueno que haya esa competitividad, que los partidos sean reñidos, que cualquiera te pueda competir y te pueda ganar. Da calidad a la competición. Eso es muy importante para el fútbol femenino en general".